El incremento de los casos de mujeres que han contraído VIH en Mendoza habla, también, de una problemática de fondo: la violencia de género. A lo largo de las décadas acontecidas desde que se detectó el virus por primera vez en una mujer, la relación de hombres con VIH por cada mujer con el virus ha disminuido de 28 a 3,4.

Laura Chazarreta es referente de la agrupación La Colectiva Mendoza. Su bandera son los derechos de las mujeres. Laura aclaró a Unidiversidad: “La violencia contra las mujeres es cualquier acción o conducta basada en el género que causa daño, muerte, sufrimiento físico, sexual o psicológico y comprende todas esas acciones de violencia que se ejercen sobre nosotras, en cualquier ámbito, tanto privado como público”.

Transmisión intencional del VIH

La transmisión intencional del VIH es una forma más de ejercer violencia. Se da cuando una persona, conociendo su diagnóstico, no toma los cuidados necesarios y transmite el virus a su pareja.

Muchas veces los hombres “generan relaciones de poder en la sexualidad hacia nosotras, hacia nuestros cuerpos. Hay una intencionalidad cuando, sabiendo que tienen VIH, tienen control sobre los cuerpos de las mujeres y terminan infectándolas […] muchas veces en relaciones heterosexuales estables”, señala Chazarreta.

Por otro lado, la activista agregó que “muchas veces, algo tan sencillo como poder acceder a decidir sobre los anticonceptivos cuando hay situaciones de desigualdad y violencia es muy difícil, incluso imposible”.

Cada vez hay más mujeres con VIH en Mendoza

Hoy se conmemora el Día Internacional de la Acción contra el Sida y, en ese contexto, Salud reveló que ha aumentado notablemente la epidemia del virus entre la población femenina. La agenda.

Acciones políticas

“No hay casi programas ni planes, ni ningún tipo de acciones políticas concretas con respecto a la concientización en la sociedad al respecto. Nos falta muchísimo. Por eso nosotros hablamos de volver visible lo invisible, porque claramente no está en la agenda política ni en la agenda social, y entonces esto nos obliga a poder instalarlo y poder discutirlo en todos los ámbitos que podamos”, denuncia Chazarreta. Agrega: “No tenemos preservativos femeninos, no accedemos a ellos. Solamente pueden acceder las mujeres que tienen las condiciones económicas para poder comprarlos, y esto no se garantiza desde el Estado”.