Nélida Rojas, la líder de la Tupac Amaru que recuperó la libertad tras un fallo de la Octava Cámara del Crimen que desestimó la hipótesis de la asociación ilícita pero, a su vez, ordenó seguir investigando la supuesta estafa, contó en Radio Universidad cómo fueron sus inicios, primero como secretaria general de la CTA y luego como seguidora del movimiento que conduce, a nivel nacional, Milagro Sala.

La dirigente se mostró "extrañada" por la cantidad de denuncias presentadas ante la Justicia. Dijo, por ejemplo, que de las 173 víctimas, ella sólo fue imputada por 27 casos, y que de ellas "sólo cuatro fueron a las audiencias". Incluso dijo que, sobre el final, "terminaron dos compañeras sentadas detrás nuestro".

Al conocerse el fallo, el gobernador Alfredo Cornejo no tardó en opinar. "Es una vergüenza. Hay 173 personas que son víctimas, que denuncian que se los extorsionaba para ir a las marchas, se les cobraba una cuota, se les obligaba a ser de un partido político, y el fallo dice que era legal porque, cuando ellos entraban a la cooperativa, sabían que era kirchnerista, que debían ir a la marcha. Es un absurdo lo dicho por la cámara", argumentó el primer mandatario.

Al respecto, Rojas señaló: "No les doy importancia a las declaraciones enojosas de Cornejo. Está enojado... Pero ¿cómo? ¡Si la justicia es independiente en Mendoza! ¿Por qué se enoja por el dictamen de una Cámara? El Poder Judicial no depende de él, tiene que tener autonomía, y si se equivoca, será el mismo poder el que lo condene, o la Corte, pero el gobernador tiene que tener otra función, no andar condenando jueces por las decisiones que toman".