La ciudadanía tiene la posibilidad de estudiar una carrera universitaria gratuitamente; es consciente de esto y lo valora. El acceso a la educación de todos los sectores socioeconómicos contrasta con la brecha social, que condiciona la situación de algunos y algunas estudiantes y desemboca en una desigualdad educativa. Hay que resguardar la educación superior ante el ajuste y no olvidar el lugar estratégico de la juventud en las universidades públicas nacionales. Todas estas afirmaciones las hizo Jaime Perczyk, el nuevo presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), entrevistado en el contexto del 80.º aniversario de la UNCUYO.

Una de las creencias de Guillermo Jaim Etcheverry, médico, investigador y referente de los estudios sobre educación, es que la sociedad argentina no valora la educación en el mismo nivel en el que lo hace con otros asuntos, como la inseguridad y la corrupción, que son aprovechados por los políticos para hacer promesas de campaña. Sin polemizar, Perczyk aclaró que en la Argentina este derecho no está entre las prioridades de preocupación de la gente porque la gratuidad es un valor que ya está asegurado.

"En Argentina, la educación universitarita es gratuita y hay universidades en las 24 provincias, con una oferta enorme; incluso cada vez hay más universidades que garantizan los estudios de posgrado. Por ende, creo que no es una demanda, pero no porque no sea importante, sino porque está asegurada. Uno demanda aquello que no tiene", manifestó el titular del CIN.

Más allá de eso, hay aspectos de la educación pública que merecen atención. “Me parece que hay un ajuste muy grande, que lo conocemos: los programas del FMI, que se les imponen a los países y que el nuestro, tristemente, ha aceptado”, se preocupó el también rector de la Universidad Nacional de Hurlingham (Unahur). Vinculó estas presiones con el atraso salarial de la docencia, tanto escolar como universitaria, y de la investigación científica.

Mismo acceso no equivale a igual rendimiento

Para Perczyk, el sistema de la educación pública argentina tiene una fortaleza muy grande: es gratuito para todos los sectores. No obstante, dijo en diálogo con Unidiversidad que hay que prestar atención a algo que atenta contra la igualdad en las aulas universitarias. Este factor es la desigualdad social.

Así lo explicó: “Tenemos pobres que son muy pobres y ricos que son muy ricos. La diferencia entre el decil 1 y el decil 10 es muy grande, y eso explica las desigualdades educativas, que son considerables”. En este sentido se explica la deserción estudiantil: parte del estudiantado no tiene la posibilidad de enfocarse en la carrera que elige, sino que debe salir a trabajar para poder sustentar sus estudios. Muchas veces esto desemboca en la incompatibilidad de ambas actividades. A estas dificultades se suman los horarios, que pueden coincidir, y el aumento de los costos de transporte, que representan una erogación importante para el estudiante.

Cómo piensa el nuevo presidente del Consejo Interuniversitario

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No menospreciar a la juventud

Por el impacto de la hiperconectividad, algunas corrientes de los estudios comunicacionales sostienen que las nuevas generaciones experimentan problemas de atención. Concretamente, están expuestas a tantos estímulos que su concentración se dispersa fácilmente y es menos continua. Perczyk reconoció que los jóvenes son “distintos” a los de otra época, pero subrayó que cambios de este calibre se vieron en toda la historia.

“También hay que asumir que los adultos somos distintos. Cuando un profesor dice: ‘Estos chicos no son como era yo’, los chicos también le pueden decir: ‘Ustedes no son como los adultos de antes’, porque es así”, sostuvo el funcionario.

De cara al presente y al futuro de las instituciones educativas superiores, son condiciones fundamentales para adecuar la formación a los nuevos tiempos que corren el hecho de incorporar tecnología y transformar los planes de estudios. Pero, por sobre todas las cosas, la importancia de “darles lugar a los jóvenes” en las cátedras y en la toma de decisiones, concluyó Perczyk.