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25 DE NOVIEMBRE DE 2024
Así lo destaca un informe de Unicef Argentina. Combinaron 28 indicadores de privación, que midieron desde la desnutrición hasta la exposición a la violencia.
El informe mostró las privaciones que sufren chicos y chicas. Foto: Axel Lloret.
Cuatro millones de niños, niñas y adolescentes argentinos viven en situación de pobreza, según un informe que realizó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que combinó 28 indicadores de privación que midieron desde la desnutrición hasta la exposición a la violencia. El estudio de la pobreza multidimensional también determinó que del total de infantes que son pobres (30 %), el 8,4 % están en una situación “extrema”, según el comunicado que publicó en su sitio web la organización.
El trabajo fue el resultado de una combinación de indicadores y determinó que el 30 % de los chicos considerados pobres tienen en promedio 5,7 privaciones entre las 28 posibles, mientras los que están en una situación extrema sufren en promedio hasta 8 privaciones que afectan sus derechos.
El especialista en monitoreo y evaluación de programas de Unicef, Sebastián Waisgrais, resaltó la importancia de contar con esta información. “La pobreza multidimensional es una herramienta que permite analizar en detalle las privaciones que sufren los chicos, que son las causantes de la desigualdad. Esta información es vital para desarrollar políticas públicas que, además de hacer transferencias monetarias directas, contemplen acciones focalizadas en otras dimensiones de la pobreza, como el saneamiento o la exposición a la violencia”, afirmó.
Los más vulnerables
El informe contempló la situación de chicos y chicas de entre 0 y 17 años y se alejó de las mediciones clásicas de la pobreza, que se construyen a partir del nivel de ingresos de los hogares. Aquí se tuvieron en cuenta 10 dimensiones asociadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y a la Convención sobre los Derechos del Niño: nutrición, salud, educación, información, saneamiento, vivienda, ambiente, violencia, trabajo, juego e interacción.
De acuerdo con el comunicado difundido por Unicef, los indicadores de privación se construyeron con base en los datos de la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados (MICS, según su sigla en inglés), impulsada por el organismo y realizada en Argentina entre 2011 y 2012. A esto se sumó la información de la Encuesta Permanente de Hogares de 2015.
El estudio mostró que el 19 % de niños y niñas que no son pobres por el nivel de ingresos de sus hogares sí lo son por dimensiones no monetarias, como la educación o la vivienda inadecuada. En tanto, el 34 % de los que no son pobres por dimensiones no monetarias sí lo son por el criterio de pobreza monetaria.
El estudio mostró las privaciones más importantes que tiene la infancia argentina según el orden que resultó de cruzar las 28 combinaciones: a la información (acceso a internet, TV, teléfono fijo y móvil y computadora), protección contra la violencia doméstica, salud y el tiempo para jugar. Esas cuatro dimensiones (40 % del total) explican un poco más del 63 % de la pobreza. El 33 % restante está distribuido en valores similares; la nutrición y la protección contra el trabajo infantil son las que tienen menos preponderancia en el total.
El trabajo también mostró que un niño o niña que vive en un hogar cuyo jefe es un asalariado no registrado tiene una probabilidad 3,4 veces más alta de experimentar privaciones, comparado con un niño que reside en un hogar cuyo jefe es un asalariado registrado. Del mismo modo, la brecha entre niñas y niños de diferentes estratos sociales es muy pronunciada. Los niños que están en la base de la escala social tienen una chance 13 veces más elevada de sufrir privaciones, comparados con aquellos que están en la cúspide de la pirámide social. La probabilidad de ser pobre de un niño que reside en el Noroeste Argentino es 6,5 veces más elevada que la de un niño de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde Unicef Argentina consideraron que la comprensión de los efectos combinados de las privaciones que afectan a la niñez y la necesidad de generar una medición pública rutinaria de la pobreza infantil son factores esenciales para identificar las causas de la inequidad y para impulsar políticas que apunten al cumplimiento efectivo de los derechos de niños, niñas y adolescentes en Argentina.
Leé el informe completo en: Bienestar y pobreza en niños, niñas y adolescentes en Argentina.
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