Representantes de organizaciones sociales, indígenas, políticas y sindicales de todo el país y de la región se reunieron en Mendoza este jueves para dar inicio a una nueva edición de la Cumbre de los Pueblos. A través de diferentes comisiones, los referentes elaborarán al final de esta jornada un comunicado conjunto que incluirá las demandas más importantes de las sociedades en las que viven y que luego serán trasladadas al cónclave de presidentes.

Así, este acontecimiento se suma a otro encuentro de gran trascendencia para Latinoamérica, la Cumbre del Mercosur, que también se realiza de manera paralela en el hotel Intercontinental de la provincia.

Pero la dinámica de la Cumbre de los Pueblos -en la cual también participan figuras políticas de naciones de la región- es diferente y en esta ocasión el protagonismo lo tuvieron temas que afectan directamente a los trabajadores, como el ajuste de los gobiernos, el aumento de la pobreza y la precarización laboral.

Es por eso que la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo, sede de la Cumbre de los Pueblos, se colmó de distintas organizaciones que enviaron un mensaje contundente contra la reforma laboral que pretenden aplicar los presidentes del Mercosur.

Entre los ejes debatidos también figuraron los de “edificación de la soberanía regional en el contexto global, una nueva institucionalidad para enfrentar al neoliberalismo, la inserción económica internacional para la independencia e integración regional contra el libre comercio, y la defensa de los derechos conquistados por los movimientos sociales y populares”.

A su vez se trató “el proceso de reforma laboral que comenzó con Michel Temer en Brasil y que amenaza con multiplicarse en el resto de los países del bloque del Mercosur”.

Uno de los organizadores del evento, el diputado del Parlasur y director del Instituto de Estudios de América Latina- IDEAL de la CTA, Oscar Laborde, planteó que la reforma laboral “es una ley preperonista, danterior a la CLT que inicio Getulio Vargas en Brasil en 1943 y continuó Juan Domingo Perón en 1945”. “Es retroceder 150 años cuando los ‘Mártires de Chicago’ murieron exigiendo la jornada laboral de ocho horas, y hoy quieren fijarla en doce”, analizó Laborde.

En la misma sintonía se mostró Gustavo Correa, titular de la CTA de los Trabajadores en Mendoza, quien cuestionó las declaraciones del ministro de Trabajo Jorge Triaca respecto a que se avanzará en una ley que cuente con el consenso general, incluidos los gremios. “Nos resulta muy poco creíble que una reforma que explota a los trabajadores sea consensuada con nostros”, sostuvo Correa.

Correa además indicó que los funcionarios de turno “pretenden una vez más usar a los trabajadores como variable de ajuste”. “Pretenden que paguemos el costo de este tipo de situaciones, donde quieren hacer trabajar doce horas por las mismas condiciones, flexibilizar el despido y tercerizar aún más los servicios dentro de las mismas empresas. Es una lógica neoliberal y la conocemos. El liberalismo es dogmático y tiene recetas que se respetan a rajatabla. Y en ellas vienen la reforma jubilatoria, la reforma universitaria, la reforma laboral”, agregó.

En tal sentido, recalcó que el sistema económico “funciona cuando se respetan los derechos de los trabajadores y denunció que el Gobierno nacional “está rompiendo una cadena productiva, ya que si los trabajadores no tienen recursos y pierden poder adquisitivo: cierran 400 comercios en Mendoza, hay una baja en el consumo del 17 % y se profundiza la crisis”.

Una vez que termine la Cumbre de los Pueblos se delineará un documento base que será entregado al presidente boliviano, Evo Morales, quien lo hará llegar a sus pares latinoamericanos en la reunión de mañana viernes.