Desde su desenlace en 1982, la guerra que enfrentó a la Argentina con el Reino Unido dejó 649 cuerpos enterrados. De los 230 sepultados en Malvinas, 123 se encuentran sin identificar, con tan solo cruces blancas, y una placa que dice "Soldado argentino solo conocido por Dios”.

Luego de 34 años, el anonimato de los combatientes puede que llegue a su fin, ya que luego de múltiples acuerdos entre el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y el gobierno argentino, el 27 de junio arribó a las Islas Malvinas una delegación de cuatro miembros del Comité, con la misión humanitaria de ayudar a la identificación de los restos de combatientes argentinos sepultados como NN en el memorial argentino de Darwin. Mañana 2 de julio la tarea llegará a su fin.

Con el motivo de concretar la mayor cantidad de tareas posibles, durante los últimos cinco días el Comité mantuvo múltiples reuniones con funcionarios y pobladores de las islas, así como una visita al cementerio ubicado en la isla Soledad, a unos 80 kilómetros de Puerto Argentino. Fue allí donde los forenses tomaron una muestra del suelo para evaluar sus condiciones topográficas, caracterizadas por el clima frío, húmedo y ventoso de las islas.

Además, se concretaron encuentros con el cuidador argentino del cementerio, Sebastián Socodo; el administrador financiero y económico de las islas, Keith Padgett; representantes del departamento de obras públicas, y con Eric Goss, quien fue gerente en 1982 de la estancia de Goose Green, en cuyo predio se encuentra el campo santo. Participaron también de asambleas públicas con los habitantes de Darwin y de Puerto Argentino, y mantuvieron una ronda de conversaciones de naturaleza técnica y logística con el gobierno de las islas, productores rurales y representantes del sector privado.

Asimismo, hay posibilidades aún sin definir que podrían ayudar en la causa, ya que desde la organización del acuerdo se considera la posible participación del Equipo Argentino de Antropología Forense, organización científica no gubernamental que aplica las ciencias forenses a la investigación de violaciones a los derechos humanos.
 

Antecedentes de la causa

Esta no es la primera iniciativa de reconocimiento planteada desde lo humanitario. Desde 2008 Julio Aro, exsoldado combatiente en Malvinas, promotor del Proyecto ADN y presidente de la fundación No Me Olvides, lucha por recuperar la identidad de sus compañeros. La periodista Gabriela Cociffi, quien se comprometió con la causa, hizo llegar el propósito al músico Roger Waters, quien se interesó en el tema debido a sus convicciones antibelicistas y se entrevistó con la expresidenta Cristina Fernández para comentarle sobre el Proyecto ADN/Fundación No Me Olvides cuando vino a dar su recital en el país el pasado 2012.

Luego de esto, la exmandataria argentina pidió a Naciones Unidas y a la Cruz Roja que intervinieran en la causa, dando lugar a los primeros contactos con las autoridades del Reino Unido.

“Devolverles la identidad a estos hombres es mucho más que ponerle una placa con su nombre, es honrarlos, recordarlos, y permitir que sus padres y demás familiares cierren sus duelos como corresponde”, comentó en su momento el excombatiente.

Finalmente, el 24 de enero de 2013, Argentina y el Comité Internacional de la Cruz Roja suscribieron un acuerdo que otorgó a esta institución facilidades en todo el territorio nacional para desarrollar sus actividades "en el marco de su mandato humanitario independiente, neutral e imparcial". Desde entonces se obtuvieron 169 muestras de sangre para cotejar el ADN de los progenitores con el de los cuerpos enterrados sin identificar. Dicho trabajo fue posible gracias a la tarea mancomunada del Equipo Argentino de Antropología Forense, los ministerios de Justicia y Desarrollo Social y la Cruz Roja.

Mañana 2 de julio, después de tres años de la realización de las muestras de sangre, el equipo del CICR se retirará de las islas y será cuestión de tiempo esclarecer las 123 identidades.