La contaminación del aire provoca una de cada ocho muertes al año en todo el mundo

Niños y niñas menores de cinco años son especialmente vulnerables a esta problemática, según reveló el último informe sobre el Estado Global del Aire, que contó con la colaboración de Unicef. Más del 90 % de los fallecimientos están relacionados con las partículas finas en suspensión, tanto ambiental como doméstica.

La contaminación del aire provoca una de cada ocho muertes al año en todo el mundo

La contaminación atmosférica por partículas finas en suspensión procede de la quema de combustibles fósiles y biomasa. Foto: Freepik

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Unidiversidad

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Publicado el 19 DE JUNIO DE 2024

La contaminación atmosférica tiene un impacto cada vez mayor en la salud humana, por lo que se ha convertido en el segundo factor de riesgo de muerte a nivel mundial, incluso en niños menores de cinco años, según la quinta edición del informe "Estado Global del Aire", publicado este miércoles y en el cual participó Unicef. Allí se detalla que, solo en 2021, esta problemática causó 8,1 millones de muertes en todo el mundo.

De esta manera, quedó demostrado que el avance es constante, ya que estudios anteriores ubicaban las muertes por la contaminación atmosférica en 7 millones anuales. El informe del Instituto de Efectos sobre la Salud, una organización independiente de investigación sin ánimo de lucro con sede en Estados Unidos, concluyó también que, además de estas muertes, millones más de personas viven con enfermedades crónicas debilitantes, lo que supone una enorme presión para los sistemas sanitarios, las economías y las sociedades. 

Las personas más vulnerables son los niños y las niñas

Elaborado por primera vez en colaboración con Unicef, el informe revela que los niños y las niñas menores de cinco años son especialmente vulnerables: el impacto sobre su salud ocasiona nacimientos prematuros, bajo peso al nacer, asma y enfermedades pulmonares. En 2021, la exposición a la contaminación atmosférica se relacionó con más de 700.000 muertes de niños y niñas menores de cinco años, lo que la convierte en el segundo factor de riesgo de muerte en el mundo para este grupo de edad, después de la malnutrición. De esas muertes, 500.000 estuvieron relacionadas con la contaminación del aire en los hogares debido a la cocción en interiores con combustibles contaminantes, sobre todo en África y Asia.

Un problema de salud mundial

El nuevo informe ofrece un análisis detallado de datos que muestran las graves repercusiones que tienen en la salud humana contaminantes como las partículas finas en suspensión, la contaminación del aire doméstico, el ozono y el dióxido de nitrógeno en todo el mundo. El relevamiento incluyó más de 200 países y territorios de todo el mundo, lo que indica que casi todas las personas que habitan el planeta respiran diariamente niveles insalubres de contaminación atmosférica, con repercusiones de gran alcance para la salud.

Más del 90 % de estas muertes por contaminación atmosférica en todo el mundo (7,8 millones de personas) se atribuyen a la contaminación atmosférica por partículas finas en suspensión, tanto ambiental como doméstica. Estas diminutas partículas, que miden menos de 2,5 micrómetros de diámetro, son tan pequeñas que permanecen en los pulmones y pueden entrar en el torrente sanguíneo. Afectan así a muchos sistemas orgánicos y aumentan el riesgo de enfermedades no transmisibles en adultos, como cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, diabetes, cáncer de pulmón y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Según el documento, estas partículas son el indicador más consistente y preciso de mala salud en todo el mundo.

"Esperamos que nuestro informe sobre el estado del aire en el mundo proporcione tanto información como inspiración para el cambio", declaró la presidenta del Instituto de Efectos sobre la Salud, Elena Craft. "La contaminación atmosférica tiene enormes implicaciones para la salud. Sabemos que mejorar la calidad del aire y la salud pública mundial es práctico y factible", agregó.

El informe analiza las repercusiones que tienen en la salud humana contaminantes como las partículas finas en suspensión, la contaminación del aire doméstico, el ozono y el dióxido de nitrógeno. Foto Pixabay

Contaminación atmosférica y cambio climático

La contaminación atmosférica por partículas finas en suspensión procede de la quema de combustibles fósiles y biomasa en sectores como el transporte, los hogares, las centrales eléctricas de carbón, las actividades industriales y los incendios forestales. Estas emisiones no solo afectan a la salud de las personas, sino que también contribuyen a los gases de efecto invernadero que están calentando el planeta.

Las poblaciones más vulnerables se ven afectadas de forma desproporcionada, tanto por los riesgos climáticos como por el aire contaminado. En 2021, la exposición prolongada al ozono contribuyó a unas 489.518 muertes en todo el mundo, incluidas 14.000 muertes por enfermedad pulmonar obstructiva crónica relacionadas con el ozono en Estados Unidos, una cifra superior a la de otros países de renta alta.

Exposición al dióxido de nitrógeno

A medida que el mundo sigue calentándose por los efectos del cambio climático, las zonas con altos niveles de dióxido de nitrógeno pueden esperar ver niveles más altos de ozono, lo que traerá efectos aún mayores sobre la salud. Por primera vez, el informe de este año incluye los niveles de exposición al dióxido de nitrógeno y sus efectos sobre la salud, incluido el impacto de la exposición en el desarrollo del asma infantil. Los gases de escape del tráfico son una fuente importante de esta sustancia, lo que significa que las zonas urbanas densamente pobladas, sobre todo en los países de renta alta, suelen registrar los niveles más altos de exposición y de efectos sobre la salud.

"Este nuevo informe ofrece un duro recordatorio de las importantes repercusiones que tiene la contaminación atmosférica en la salud humana, con una carga excesiva para los niños pequeños, las poblaciones de mayor edad y los países de renta baja y media", declaró la directora de Salud Mundial del Instituto y supervisora de la publicación del documento, Pallavi Pant. Señaló también que "esto apunta claramente a una oportunidad para que las ciudades y los países consideren la calidad del aire y la contaminación atmosférica como factores de alto riesgo a la hora de desarrollar políticas sanitarias y otros programas de prevención y control de enfermedades no transmisibles".

Salud infantil, en detalle

Algunos de los mayores efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud se observaron en los niños y las niñas. Esta población es especialmente vulnerable a la contaminación atmosférica y los daños de esta pueden empezar en el útero, con efectos sobre la salud que pueden durar toda la vida. Por ejemplo, los niños y las niñas inhalan más aire por kilogramo de peso corporal y absorben más contaminantes que los adultos mientras sus pulmones, cuerpos y cerebros aún se están desarrollando. La exposición de niñas y niños pequeños a la contaminación atmosférica está relacionada con la neumonía, responsable de una de cada cinco muertes infantiles en el mundo, y con el asma, la enfermedad respiratoria crónica más frecuente en los niños y las niñas mayores. 


La contaminación atmosférica es uno de los principales riesgos medioambientales para la salud infantil. Foto: Unicef / E.Osipova

Las desigualdades vinculadas al impacto de la contaminación atmosférica en la salud infantil son sorprendentes. La tasa de mortalidad relacionada con la contaminación atmosférica en niños y niñas menores de cinco años en África oriental, occidental, central y meridional es 100 veces superior a la de sus homólogos en países de renta alta. 

"A pesar de los progresos realizados en materia de salud materna e infantil, cada día mueren casi 2000 niños menores de cinco años debido a los efectos de la contaminación atmosférica sobre su salud", declaró la directora ejecutiva adjunta de Unicef, Kitty van der Heijden.

"Nuestra inacción está teniendo profundos efectos en la próxima generación, con repercusiones en la salud y el bienestar para toda la vida. La urgencia mundial es innegable. Es imperativo que los gobiernos y las empresas tengan en cuenta estas estimaciones y los datos disponibles a nivel local, y los utilicen para fundamentar acciones significativas y centradas en la infancia para reducir la contaminación atmosférica y proteger la salud de los niños", concluyó van der Heijden.

Políticas más estrictas y más redes de vigilancia

El texto también ofrece buenas noticias. Desde el año 2000, la tasa de mortalidad de niños menores de cinco años se redujo en el 53 %, debido en gran parte a los esfuerzos encaminados a ampliar el acceso a energía limpia para cocinar, así como a mejoras en el acceso a la atención sanitaria, la nutrición y una mayor concienciación sobre los daños asociados a la exposición a la contaminación atmosférica doméstica. 

Muchos países, sobre todo los que registran los niveles más altos de contaminación atmosférica, están abordando por fin el problema “de frente”, señalaron desde Unicef. Las medidas relacionadas con la calidad del aire en regiones como África, América Latina y Asia, como la instalación de redes de vigilancia de la contaminación atmosférica, la aplicación de políticas de calidad del aire más estrictas o la compensación de la contaminación atmosférica relacionada con el tráfico mediante el uso de vehículos híbridos o eléctricos están teniendo efectos mensurables en la contaminación y mejorando la salud pública. 

Aunque se están midiendo los avances, se puede hacer más para impedir que la contaminación atmosférica siga superando a otros riesgos para la salud como una de las mayores amenazas para millones de vidas, concluyó el organismo.

Fuente: Naciones Unidas

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