José de San Martín: la historia del retrato hiperrealista que humaniza al prócer

Sociedad

Museo Malvinas

El 14 de agosto de 1816, días después de la Declaración de la Independencia, el General San Martín, por entonces gobernador de Cuyo, se encontraba en plena tarea de reclutar hombres para fortalecer las filas de su ejército y continuar con la campaña libertadora. Por tal motivo, San Martín le escribe desde Mendoza al gobernador de San Juan una carta en la que le comunica que libró un oficio al ministro de Guerra, Coronel Luis Beruti, para que liberara prisioneros que se encontraban en los territorios de Patagones y Malvinas a fin de que se sumaran al Ejército de los Andes. Si bien en las islas no funcionaba ninguna cárcel, los hombres que habían cometido delitos eran enviados a Malvinas en calidad de condenados. En palabras textuales:

"(...) disponga que todos los de alta clase que se hallen presos en esa jurisdicción de su mando sentenciados a los presidios de Patagones, Malvinas u otros sean remitidos a esta capital con copias de sus respectivas condenas y a la mayor seguridad posible comprendiendo también en ellos a los desertores contumaces en este delito".

La carta original que se conserva en el archivo del Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto

El propósito de San Martín era reunir a la mayor cantidad posible de soldados para integrar el Ejército de los Andes, que en cinco meses más comenzaría la epopeya del cruce de la segunda cordillera más grande del mundo, con la misión de liberar Chile y Perú del imperio español. El Ejército de los Andes sumó alrededor de 5000 hombres en el momento del lanzamiento de la campaña militar, el 17 de enero de 1817, y estuvo integrado por soldados, campesinos, esclavizados e indígenas.

"(...) con el objeto de hacer útiles al Estado estos individuos, retrayéndolos de sus pasados extravíos, los conduzcan por las sendas de la probidad y honor con provecho de la causa pública".

Carta original

Desde la Revolución de Mayo, cuando se declaró que las Malvinas serían gobernadas por las Provincias Unidas del Río de la Plata y la Primera Junta ordenó el pago de los sueldos debidos al excomandante de Malvinas, Gerardo Bordas, diversos antecedentes históricos, como esta carta, respaldan el reclamo argentino de soberanía sobre el archipiélago.