Tras el agitado debate en ámbitos formales, y los últimos hechos que confirman desde la realidad la necesidad de avanzar sobre alguna figura legal, la Cámara de Diputados aprobó y giró al Senado de manera unánime, con 204 votos, la tipificación del femicidio en el Código Pena.

El dictamen toma como antecedentes quince proyectos de ley de diputados de todos los bloques. Este pretende modificar los incisos 1 y 4 del artículo 80 del Código Penal para imponer “reclusión o prisión perpetua” a quien matare por “odio de género”.

Novios, amores, parejas, son incluidos en esta propuesta. El proyecto incluye “al que matare a su ascendiente, descendiente, cónyuge, o a la persona con quien mantenga, haya mantenido, o haya infructuosamente pretendido iniciar una relación de pareja”. De esta manera, se contemplan también las relaciones de noviazgo.

Es auspiciosa también la incorporación de la figura del femicidio vinculado. Esto es, los asesinatos cometidos contra personas que mantienen un vínculo familiar o afectivo con una mujer, a los fines de causarle un daño psicológico. Además, se contempla esta pena para los casos de homicidio por razones de orientación sexual o identidad de género.

Repercusiones y Posiciones

Los proyectos de ley que fueron unificados en el dictamen que finalmente aprobó la Cámara baja fueron impulsados por Diana Conti (FpV), Marcela Rodríguez (DIP), Gustavo Ferrari (Frente Peronista), Sergio Pansa (Frente Peronista), María Cristina Regazzoli (PJ La Pampa), José Mongelo (FpV), Gerardo Milman (Gen), Adela Segarra (FpV) y Celia Arena (FpV), entre otros.

Por su parte, la diputada de Libres del Sur Victoria Donda, sostuvo que “este es un mensaje para la sociedad”. Además agregó que “más allá de que el tratamiento de la violencia debe priorizar y atender a la prevención y erradicación de la misma -y para ello es preciso la implementación de políticas públicas integrales- en respuesta a un tema que es complejo, lo cierto es que esta reforma del Código Penal tiene además un valor simbólico y de mensaje a la sociedad, en el sentido de visibilizar la problemática y dejar en claro que la violencia de género resulta intolerable”.

Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Legislación Penal Oscar Albrieu, definió al femicidio como “la muerte de una mujer por su condición de mujer”, al tiempo que sostuvo que este delito “no es nuevo como forma extrema de violencia sobre las mujeres” ya que “la violencia de género como dispositivo disciplinador ha sido el más eficaz que ha aplicado la sociedad patriarcal” en el marco de “un modelo de sociedad en que la mujer es siempre sometida y postergada”.

Si bien la diputada María Luisa Storani apoyó la penalización del femicidio, la radical advirtió que “cuando se llega a aplicar el Código Penal es cuando la mujer ya murió”. Precisó que los hechos de violencia contra la mujer crecieron un 75 por ciento entre 2010 y 2011.

“Tenemos que pensar qué pasa con las políticas de prevención. En esta cuestión tenemos una falencia muy grande”, criticó Storani, quien puntualizó que “hay una ley de violencia familiar que cumple con la Convención de la OEA y que hoy no se cumple en la Argentina”.