Si fuera tan fácil como tener a una cantidad de elementos buenos, ésta hubiera sido una película divertida: guion clásico, probado mil veces: funciona. Música ligada a la primera juventud, perdida en alguna parte del inconsciente que nos hace bailar desde el primer acorde: funciona. Grandes comediantes con experiencia en musicales: funciona. Si uno suma esto da como resultado una película exitosa. Pero (¡pero!), una película no es nunca la suma de sus partes, sólo lo peor del puritanismo liberal puede pensar que lo es.

Y es que el gran problema de esta película es justamente no entregarse a los elementos que propone, sino medirlos y sumarlos. No se la juega por  la teatralización exagerada de las bandas propuestas, ni a la cursilería de las canciones, ni al juego de ambigüedad sexual de la estética glam.

Sobre todo en los 80, y sobre todo “este” recorte de los 80 que hace La era del rock, el rock parece jugar mucho con esta ambigüedad: chongo de barrio, cantando rock sucio, pero con pelo largo, maquillaje y plumas.

El problema de la película es que no se cree lo que cuenta y prefiere formar parte de lo que se llama consumo irónico: lo veo y me siento tan superado que por más que me parezca todo grasa y feo me río porque no estoy en peligro, porque los 80 pasaron y ahora soy cool y no escucho Arjona entonces puedo reírme de todos esos Arjonas rubios que nos regalaron los 80.

La historia la vimos mil veces: una chica de Oklahoma quiere ser una estrella de rock, entonces entra a trabajar a un sitio de esos en donde cantan bandas. Bueno, conoce a un chico que también quiere ser estrella, y tendrá su oportunidad el día que falte un cantante y necesiten un reemplazo. El lugar está en peligro porque una banda de mujeres fruncidas lideradas por Catherine Zeta-Jones, quieren cerrarlo porque lo consideran malo para la juventud por pecaminoso y todos los clichés imaginables, y también hay una banda que va a dar ahí su último show que se llama Arsenal y está liderada por Tom Cruise, a quien le dedicaré un párrafo aparte.

Tom Cruise: Los que dicen que Tom Cruise es un mal actor son en general los que dicen que Sean Penn es un gran actor. Son los que valoran más la capacidad de transformación (sabe hacer de gay y sabe hacer de retrasado), que la capacidad de fascinar en el escenario.

Tom Cruise es lo mejor de esta película, básicamente porque es lo más cinematográfico que tiene: un actor que más allá de si actúa mejor o peor, es una estrella, llena la pantalla, se mueve en un espacio cinematográfico como un actor clásico. Y es lo único que nos indica que lo que estamos viendo es una película. Además, habiendo tan buenos comediantes (Alec Baldwin, Paul Giamatti), Cruise es el único que no actúa desde el prejuicio y que se entrega absolutamente a su papel sin miedo al ridículo, poniéndole cuerpo, literalmente, a cada escena en la que aparece.

Si toda la película fuera como Cruise, sería Velvet Goldmine sobre los 80.

El gran atractivo de la comedia musical La era del rock, ese que hace que se llenen teatros, parecería estar en la música, esa selección glam metal que respira teatralidad con sus perfectos cabellos al viento. Si esto que funciona tan bien en el teatro, no termina de funcionar en el cine porque el director (ese que ya arruinó un clásico musical en Hairspray), al no tener una mirada apasionada sobre ese estilo de música y de puesta en escena,  uno no sabe muy bien cómo sentirse. ¿Son Bon Jovi, Poison y Def Leppard Journey, Foreigner, R.E.O. Speedwagon, Pat Benatar, Joan Jett, Twisted Sister y Guns N’ Roses, buenos? ¿O malos pero graciosos? ¿O buenos pero incomprendidos? ¿O tan malos que son casi buenos? No lo sabemos, la película no se declara en ningún sentido.

Y si bien no es necesario que las películas nos digan cómo sentirnos, una comedia musical, con historia predecible, con canciones que nos sabemos todos, debería pararse ante eso con pasión, de la manera más glamurosa posible, hacia un mundo en donde lo cursi, lo plástico y la exageración nos lleven directamente hacia su paradise city,  where the grass is green and the girls are pretty.