El Juicio: Julio Pacheco, desaparecido por su militancia política

Miguel Julio “Lobo” Pacheco vino a Mendoza junto a su esposa de Nora Otín huyendo de la persecución que vivían en La Plata. Fue uno de los detenidos-desaparecidos del operativo conjunto de abril de 1977, causa que se indaga en el 4.° Juicio por delitos de lesa humanidad.

El Juicio: Julio Pacheco, desaparecido por su militancia política

Derechos Humanos

Unidiversidad

Guadalupe Pregal

Publicado el 21 DE NOVIEMBRE DE 2014

Julio “Lobo” Pacheco era oriundo de Benito Juárez, provincia de Buenos Aires. Había ido a estudiar arquitectura a la Universidad Nacional de La Plata, donde alcanzó a cursar hasta quinto año de la carrera. Durante sus años de estudio, Julio comenzó a militar en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) donde conoció, en 1973, a su compañera Nora Otín. Ella se había ido desde General Alvear a La Plata para estudiar odontología. “En esos años la militancia era muy fluida, no teníamos ningún tipo de problemas. Ya en el año 1974 la cuestión empieza (sic) a ponerse más peligrosa y estamos entre el año 74 y 75 en La Plata. En el año 75, la Tripe A mató a algunos de nuestros compañeros y Julio fue amenazado cuando iba caminando por una calle céntrica de La Plata”, declaró Nora en la audiencia del 10 de noviembre del 4.º Juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Mendoza.

Otín explicó: “Él iba cruzando la calle 1, justamente en La Plata, y un vehículo sin patente –ya había en ese momento– lo amenazaron. Le sacaron un arma por la ventanilla. Yo estaba. El auto paró frente a él y le dijeron: 'El próximo vas a ser vos'. Unos días atrás habían matado a una pareja amiga nuestra a la salida de un velorio de un compañero que habían matado unos días antes. Entonces, ante eso, decidimos venirnos a Mendoza”. Para ese entonces, Julio ya militaba en Montoneros y la conducción les pidió que buscaran refugio fuera de La Plata.

Nora ya estaba en Mendoza cuando Julio llegó el 24 de abril de 1976. Pacheco había pasado a saludar a sus padres en Benito Juárez antes de instalarse en la provincia. “Cuando llegamos a Mendoza él no tenía ninguna conexión, así que durante ese año 76 estuvimos prácticamente desconectados de todo lo que era la conducción de Juventud, de Montoneros, no teníamos ningún contacto. En julio yo me quedé embarazada y más o menos, calculo que fue en octubre o diciembre, él encontró una conexión”. Jorge Pérez era el responsable de Julio en Mendoza y tuvieron varios encuentros en los que se pasaban información. Para entonces no había militancia de base, sino que se reunían para intercambiar noticias.

En diciembre de 1976, Nora y Julio se casaron en Guaymallén y se fueron a vivir a un departamento en la calle Sargento Cabral 1262 de Las Heras. Alberto Abat, un amigo de su cuñado, le había conseguido trabajo en la empresa constructora de Natalio Faingold, por lo que todas las mañanas, a las 6:30, salía de su casa directo a Godoy Cruz.

En el departamento de Las Heras llegó a vivir Elvira Benítez, proveniente de San Juan, junto a su hija Victoria de unos 2 años y medio. Su compañero había sido detenido y ella estaba en la clandestinidad.

En enero del 77, Julio tuvo una de las últimas citas de militancia. Nora declaró: “Esa es la única reunión que yo recuerdo mientras estuvo en Mendoza, en ese enero y fue en un lugar que no sé cuál fue, pero no fue en nuestra casa”.

Nora tenía como fecha estimada para el nacimiento de su hijo el 7 de abril. Aquel jueves santo, Julio salió a trabajar y Nora fue a una consulta de control médico. Cuando cerca del mediodía regresó a su casa, encontró que un auto sin patente estaba estacionado en la puerta del pasillo que daba a su vivienda. Otín relató que había un hombre parado en la puerta y que a pesar de todo ella decidió ingresar. Ella fue secuestrada y trasladada al D2, donde permaneció unas horas. Luego fue liberada por la zona del Predio Universitario, en el piedemonte mendocino.  “Cuando veníamos en el auto me dijeron: 'A tu casa no vuelvas más, a tu marido no lo vas a ver más, y de acá andate a la casa de tu tía o al sanatorio donde vayas a tener a tu hijo'. Yo tenía una tía que vivía frente a la Policía Federal, no sé si ellos tenían ese dato. No hice ninguna de las dos sugerencias que me dieron”, relató Otín.

Nora se fue a la casa de su hermana, desde donde llamaron al trabajo de Julio para averiguar sobre él. “Llamamos por teléfono y nos dijeron que no había ido a trabajar, entonces de ahí es que yo saco la conclusión de que se lo llevaron entre el camino del trabajo y la casa, porque al trabajo nunca llegó. nunca tuvimos un testigo de dónde, nadie nunca vio nada de dónde lo habían levantado, digamos”. Junto a su hermana se fue a General Alvear, a la casa de sus padres.


La señal de alarma

Cuando Nora fue interrogada sobre el contacto de Julio con Montoneros en Mendoza, ella explicó que con el tiempo supo que era Jorge Pérez, y que lo supo cuando los padres de Pérez fueron a visitarla en su casa en General Alvear. “Jorge Pérez desapareció el día 6. Ese día, el día 6, Julio tenían una cita no sé en qué dirección, pero Julio llegó diciendo que su responsable no había concurrido a la cita. En ese momento la orden era más o menos que cuando uno no iba a una cita había que levantar todo e irse, pero la verdad que ninguno de los tres que estábamos ahí pensamos en irnos o movernos, porque tampoco había muchos lugares a dónde ir. Siempre pienso en eso, por qué ninguno dijo: 'Hay que irse'”, concluyó Otín.


La búsqueda de Julio

Otín escribió una carta a los padres de Julio, que comenzaron la búsqueda cuando llegaron a Alvear. “Mi papá tenía un restaurante y por ese restaurante pasaban mucha gente, en especial un señor que se había hecho muy amigo de él, que iba a cazar al pie del Cerro El Nevado. En ese momento estaba permitido, se cazaban guanacos y él iba a cazar. Estaba en Campo de Los Andes, era el suboficial Mayor García Vila, él ha muerto ya. Ese hombre era amigo de mi papá y estaba en Campo de Los Andes, entonces con el tema de Julio era el único pasaje que había, así que fueron hasta Campo de Los Andes y, según me relató mi papá, él al padre de Julio le dijo que no sabía nada, que no tenía idea. Entonces lo apartó un poco a mi papá y le dijo: 'Oscar, ¿cómo me ha traído a éste hombre? A estos muchachos los han matado, han matado a todos y los van a enterrar a todos en la montaña. No me pregunte más nada, de este tema que no se hable más'. Obviamente que nosotros no podíamos saber si era cierto o no era cierto. Como tampoco sabemos si este hombre estuvo involucrado en algún secuestro, en alguna detención de alguna persona, no sabemos” relató al tribunal.

Otín continuó su relato: “Esa fue la primera gestión, después empecé yo a hacer gestiones, todas las gestiones que hacían los familiares en ese momento. Presentación de Habeas corpus, que se presentaba con otros familiares y después, en ese momento escribíamos a todos los obispos que nos recomendaban. Yo recuerdo haberle escrito a Monseñor De Nevares porque fue el único que nos respondió. Respondió que sabía lo que estaba ocurriendo en el país, que había muchos desaparecidos pero que no me podía dar datos ni ayudar. Después, en ese momento nos juntábamos con la madre de Raúl Reta, que era un desaparecido de General Alvear, y hacíamos todo eso. Me acuerdo también de haberle escrito a Monseñor Pío Laghi, que era como delegado en la Argentina del Vaticano o algo así. Bueno, las respuestas siempre eran negativas o no obteníamos ningún tipo de respuestas”.

Cuando fue consultada sobre la búsqueda de ayuda legal con algún abogado o defensor público, Otín explicó: “Yo me acuerdo de que había un amigo abogado que recién se recibía, un amigo de la familia, que no nos quiso ayudar en la redacción del Habeas corpus. Era presentado en San Rafael. No nos quiso ayudar en ese momento, era como recién recibido y estaba como con mucho miedo. No recuerdo cómo lo hicimos, lo debemos haber hecho con los familiares”.

El abogado Dante Vega, representante del Ministerio Público, pidió que le explicara al Tribunal cuál era su conclusión respecto a lo sucedido con Julio y de su propia detención en aquellos años. Nora Otín manifestó que “como todos los compañeros que han desaparecido, él tenía una militancia política, perteneció a primero a la Juventud Universitaria Peronista y luego a Montoneros. Yo calculo que él debe haber sido, ingresó a Montoneros en La Plata con tareas como muy base, no era conducción. Es más, él tenía un responsable acá en Mendoza y también en La Plata. Eso es lo que yo creo porque, como le decía, no se hablaba demasiado de las tareas que se realizaban, a partir de un determinado momento que ya no se habló. Esto empezó en La Plata en el año 75, que fue el año más virulento de la Triple A. Es cuando nos empezamos a cuidar y a no decir quiénes son nuestros compañeros de militancia, ni de uno ni de otro, porque cada uno tenía distintos compañeros. No hablábamos de apellidos, no conocemos apellidos, no conocemos direcciones. Cuando íbamos a una reunión nosotros íbamos siempre tapados, sin saber el lugar a dónde íbamos, todo esto fue en La Plata”.

Otín expresó: “La militancia que nosotros tuvimos sobre todo fue universitaria, trabajamos mucho adentro de la universidad con el centro de estudiantes y hacíamos militancia barrial también. Quiero dejar en claro los ideales que teníamos en ese momento, que eran lograr la igualdad entre todos los seres que pertenecíamos a este país. Ese era nuestro objetivo, el trabajo solidario, el ayudar a las demás personas y el lograr que hubiese justicia social”.

Julio Pacheco continúa desaparecido y su caso se investiga en la Causa 056-F, Operativo “abril de 1977”, que también incluye las causas 006-F, 012-F. Las personas desaparecidas que se encuentran en las causas son Jorge Albino Pérez, Emiliano Pérez, Gloria Nelly Fonseca, Miguel Julio Pacheco, Elvira Orfila Benítez, Luis López Muntaner, Gisela Tenembaum, Billy Lee Hunt, Pedro Ulderico Ponce, Juan Manuel Montecino, Manuel Alberto Gutiérrez y María Eva Fernández.

Entre los imputados están el exteniente coronel Paulino Enrique Furió; los expolicías de la Comisaría 16 de Las Heras Juan Carlos Ponce, que se desempeñaba como subcomisario, su hermano, Miguel Ángel y Héctor Camargo; y elex jefe de la Policía de Mendoza, Alcides París Francisca. Los exmagistrados Otilio Romano y Guillermo Petra Recabarren se encuentran imputados con diferentes cargos.

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