Guillermo Nicora, integrante de la Junta Directiva del Instituto de Estudios comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) señaló que "hemos tardado 160 años para ponerlo en marcha", pero poco a poco las provincias de Argentina cumplen con lo estipulado por la Constitución Nacional en 1853, que es entregarle el poder de decisión a la gente. En Córdoba se realizan juicios por jurado desde 2005; en Neuquén desde hace 3 años y en Buenos Aires, desde hace dos años.

El modo en que se selecciona el jurado varía en cada provincia. En el caso de Buenos Aires, de una gran lista de ciudadanos/as sin antecedentes y algunos casos u oficios particulares (como abogacía, sacerdocio, etc), se realiza un sorteo de 48 personas. Dichas personas son interrogadas por los abogados/as de dicho procedimiento y, a partir del balance de fiscalía y defensa, se establecen 12 titulares y 6 suplentes.

En Mendoza, se aprobó en 2012 y fueron 185 personas las que se inscribieron para el juicio por jurado. El 62% fueron jubiladas, amas de casa y maestras. También se anotaron profesionales entre los que se contaron médicos, psicólogos y arquitectos. Sin embargo, por ahora no está en los planes del Gobierno aplicarlo por razones económicas. “No tenemos en carpeta el tema de la implementación, ya que es muy caro por la situación financiera de la provincia”, señaló el subsecretario de Justicia, Marcelo D´Agostino a diario El Sol, días atrás, en medio de la cadena perpetua, gracias al juicio por jurado, al femicida Fernando Farré, en Buenos Aires.

Respecto a la preparación y capacidad de los integrantes del jurado para determinar una sentencia, Nicora destacó que se juzga basándose sobre los hechos; deciden qué hechos dan por ciertos. "La forma en que se evalúa se basa en las experiencias de vida", afirmó, y agregó que de la misma forma en la que evalúan los jueces, ya que la facultad de Derecho no enseña a detectar la veracidad. Ante esto, determinó que "los jurados no fallan, los que no están preparados para esta modalidad son los abogados".

Finalmente, subrayó que en el caso de condenas perpetuas, la decisión del jurado debe ser unánime. Para otro tipo de penas, es suficiente con el acuerdo de 10 personas deben acordar. 

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