Tres mendocinas desaparecidas, la insuficiente acción estatal y las familias organizadas en la búsqueda

Sociedad

El fiscal de Homicidios, Carlos Torres, dijo que el destino final del cuerpo no se conoce porque se hizo un pacto de silencio entre el imputado y las personas que lo acompañaban. Sin embargo, ese pacto se rompió cuando Daniel Quiroga y Matías Arias contaron, en distintas ocasiones, lo que había pasado.

La abogada Lorenzo aseguró que existe prueba suficiente para condenar a Díaz Tejera. Afirmó: “La razón por la que el cuerpo no está es porque el señor Díaz Tejera la mata y la hace desaparecer, se ocupa de hacer desaparecer el cuerpo. Lo que no pudo hacer desaparecer es el resto de las pruebas”.

En los próximos días, el jurado escuchará las declaraciones de familiares y amistades de Gisela Gutiérrez; de testigos que protegen su identidad; de personal del Cuerpo de Canes de la Policía, del trabajo científico de una antropóloga forense y de dos funcionarias judiciales. Las pruebas objetivas, aseguró Torres, apoyan la tesis de la acusación.

 

 

 

 

 

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Gisela desapareció luego de denunciar que era explotada sexualmente. Estaba embarazada, producto de una violación que también había informado a la justicia. Tenía dos niños y una niña que ahora están a cargo de Ramona Bazán, su madre. La mujer radicó la denuncia ante la fiscalía recién 48 horas después de la desaparición de su hija porque en la comisaría le habían dicho que tenía que esperar ese tiempo.

“En el caso de que el veredicto sea de inocencia, el señor Díaz Tejera se va a ir a su casa libre de culpa y cargo, impune, premiado por haber hecho ‘bien’ su trabajo, por haber matado una mujer que no quiso tener relaciones sexuales con él y haber hecho desaparecer su cuerpo. Lo habrá hecho ‘bien’ porque se va a ir impune”, sostuvo Natalia Lorenzo.

Por eso, apuesta a un veredicto de culpabilidad que le dé a la sociedad el mensaje de que el asesinato y la desaparición de una mujer no quedan impunes. “Seguramente, ese mensaje va a permitir que casos como este no vuelvan a ocurrir”, concluyó. En el caso de que el veredicto sea de culpabilidad, el mensaje va a ser distinto: este juicio le va a brindar a la sociedad el mensaje de que, aunque se mate una mujer y se haga desaparecer su cuerpo, no va a quedar impune.