No es nuevo que los viejos sean el último eslabón en la cadena de prioridades para las diferentes gestiones y medidas económicas. Según últimos datos que trascendieron a nivel nacional, muchos y muchas sienten con mayor dureza el impacto de los aumentos en la canasta de la tercera edad, donde los fármacos tienen un fuerte peso: consumen, en promedio, entre 4 y 8 remedios diarios. Los medicamentos subieron el 360 % en los últimos tres años, mientras que sus pensiones, lejos de una cláusula gatillo, se actualizaron apenas el 110 %.

Ante el avance inflacionario y la pérdida de poder adquisitivo de salarios, la capacidad de compra por parte de los jubilados podría superar este año los 10 puntos porcentuales.

Un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el Centro de Estudios Políticos Para Personas Mayores (Ceppema) y la Asociación Latinoamericana de Gerontología Comunitaria (Algec) advierte que existe un "incremento sostenido de los precios de los medicamentos en general a lo largo de los últimos dos años. Esta situación se agrava y resulta aún más preocupante si se centra la mirada en aquellos medicamentos que son consumidos con frecuencia por las personas mayores".

En ese sentido, destaca que el promedio de aumento de los 50 medicamentos más consumidos por los adultos mayores en el período mayo 2015-agosto 2018 fue del 157,8 %, mientras que en el mismo período, las jubilaciones subieron el 111,9 %, es decir, casi 46 puntos porcentuales por debajo.

En tanto, a la hora de evaluar por medicamento, el Atenolol fue el que más se encareció: tuvo un aumento del 364,7 % en dos años y medio de Macri. En la otra punta, la amoxicilina se incrementó el 87 % en el mismo período.

Por otro lado, si se incluyen los precios de la primera semana de septiembre y la actualización jubilatoria del mismo mes, se incrementa la diferencia, ya que el aumento de medicamentos alcanza el 172,1 % y las jubilaciones sólo el 126,03 % .

"Al quitar el PAMI y el Remediar, la entrega gratuita de medicamentos puso en grave riesgo no solo la salud de las personas mayores, sino también la calidad de vida de aquellas que presentan patologías crónicas que, sin tratamiento oportuno, generan discapacidades y aumentan la fragilidad y la dependencia de las personas mayores" advierte el duro informe.

El impacto de los aumentos es aún mayor cuando se tiene en cuenta que gran parte de las personas de 60 años y más consumen, en promedio, entre 4 y 8 medicamentos.