A simple vista sólo se quemó un edificio ubicado en el corazón del Campo Pappa, en Godoy Cruz. Pero para los vecinos, el Centro Educativo Comunitario Arco Iris es el lugar donde desde hace 20 años cuidan a sus hijos y nietos, donde se juntan los adolescentes, donde ensayan con la murga, donde cultivan la huerta, donde las mujeres víctimas de violencia reciben asistencia y –sobre todo– es el sitio de reunión.

En la madrugada del 1.º de junio, los vecinos se enteraron de que un grupo de personas ingresó a robar al jardín de la Fundación Coloba, que aparentemente prendieron fuego en dos tachos, lo que provocó el incendio que convirtió el lugar en cenizas. Los 250 niños y adolescentes que todos los días asisten a clases, almuerzan y reciben apoyo educativo, se quedaron en calle.

Los vecinos sienten el lugar como propio. Se reunieron en la puerta del edificio, en medio de policías y bomberos que trataban de determinar las causas del incendio. “Se incendió nuestra segunda casa, venimos acá para todo. Mis doce hijos vinieron al jardín, ahora vienen mis nietos y colaboré muchos años en la cocina”, contó Graciela Pérez. María Tejada se apresura a aclarar que es un lugar abierto a la comunidad, donde que se educan jóvenes y viejos.

Al frente de la reorganización está la directora del jardín, Liliana Sevilla. Después de la amargura inicial comenzó la preocupación por encontrar un lugar para elaborar el almuerzo y para que los chicos puedan tener clases. Junto a funcionarios de la comuna de Godoy Cruz, del Ejecutivo y al jefe de Policía, Roberto Munives, decidieron reacondicionar un centro del Ministerio de Seguridad que está cerca para realizar ahí algunas actividades.

Desde hace años Sevilla es la directora del jardín, pero para los vecinos es mucho más que eso. “Es directora, es mamá, es psicóloga y sobre todo es una mujer que nos hizo sentir que somos capaces de estudiar, de aprender, de mejorar”, fue la definición de Graciela Pérez.

En el centro trabajan unas 25 personas, además de todos los que colaboran –sin cobrar un sueldo– en las tareas de cocina y limpieza. Cuando se pregunta a la encargada del taller de psicomotricidad, Noelia Cartofiel, cuál son las problemáticas de la comunidad que asiste al jardín, ella cambia la pregunta de inmediato, porque asegura que tienen muchas más fortalezas. Contó que llegó hace cinco años y que se quedó al ver el impacto que las actividades tienen en la vida de los vecinos y al descubrir una comunidad que, aun en medio de necesidades, es respetuosa, colaboradora y muy solidaria.

Graciela Pérez y Jorgelina Garay aseguraron que el jardín es clave para la comunidad. Foto: Axel Lloret.

La inseguridad, un problema constante

Gerardo Benedetto, que colabora en el jardín, explicó que a lo largo del año pasado sufrieron varios robos, aunque nunca con daños tan importantes, ya que el incendio provocó pérdidas totales no sólo en el edificio, sino en sillas, mesas, útiles y mercadería.

Rubén Salvatierra, que envía sus hijos al jardín, dijo que es necesario que las autoridades atiendan el tema de la inseguridad en la zona. Explicó que en una oportunidad robaron máquinas destinadas a enseñar oficios a los jóvenes y que, aunque los vecinos se enteran de quién robó, nadie investiga ni detiene a las personas.

Rubén se lamentó de que un robo sea la causa de que 250 chicos pierdan un lugar esencial, donde no sólo aprenden, sino que se alimentan, reciben contención y que es el centro de reunión de la comunidad.

La directora del Jardín, Liliana Sevilla, junto a autoridades del Ejecutivo, de la comuna de Godoy Cruz y al jefe de Policía, Roberto Munives. Foto: Axel Lloret.

Para Colaborar

Las personas que deseen colaborar con el Centro Educativo Comunitario Arco Iris pueden comunicarse con los docentes y las autoridades a través de dos números telefónicos: 156141282 y 153347199. El jardín está ubicado en Perón y Segundo Sombra, en la zona oeste de Godoy Cruz.