En medio de la discusión ante la promesa del presidente Donald Trump de mudar la embajada en Israel de Tel Aviv a Jerusalén, por ahora colocada por la Casa Blanca en el congelador, y las protestas y amenazas palestinas en caso de que ello se produzca, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa Avigdor Lieberman aprobaron el martes la construcción de 2500 nuevas viviendas en territorios palestinos. El gobierno israelí destina la mayoría de las construcciones a los grandes bloques de colonias que, espera, puedan permanecer bajo soberanía israelí en un futuro acuerdo de paz e intercambio de territorios con los palestinos.

A pesar de pertenecer a la derecha “halcón”, los gobiernos de Netanyahu se abstuvieron durante los últimos años de aprobar proyectos de construcción en los asentamientos, aunque aumentaron el número de proyectos de vivienda para israelíes que se iniciaron en el sector este de Jerusalén, sobre la que los palestinos eligen como la capital de su futuro Estado independiente.

Después de la aprobación de los proyectos y en un ambiente en que la Israel oficial se siente libre para actuar en los territorios palestinos sin la crítica de Estados Unidos, el primer ministro Netanyahu expresó: “Construimos y seguiremos construyendo”. Lieberman adelantó a su vez que “regresaremos a la vida normal en Judea y Samaria”, el nombre dado en Israel a los territorios de Cisjordania.