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21 DE NOVIEMBRE DE 2024
También denominadas como “tortuguitas”, son plaga en las calles del Gran Mendoza. El debate se divide entre aquellos que están a favor, adjudicando que reducen accidentes, y los que están en contra, alegando que son ilegales y que solo producen roturas en los coches.
Foto: diariouno
Las calles del Gran Mendoza han incorporado en los últimos años una gran cantidad de “tachas” o “tortuguitas”. Se entiende que en determinadas zonas contribuyen a reducir la velocidad de los vehículos y por ende se reduce la siniestralidad. Sin embargo, su proliferación levantó las quejas de automovilistas y ha generado, incluso, dudas sobre su legalidad.
En este sentido, Unidiversidad consultó con el diputado provincial por Protectora, Mario Vadillo, quien afirmó que la utilización de estos reductores de velocidad no está debidamente reglamentada en la Ley provincial, por lo que no se deberían implementar en las calles de la provincia.
“La implementación de estas tachas o reductores de velocidad es ilegal, ya que no se encuentra reglamentado en la Ley de Tránsito Provincial. Esto provoca que se haga una remisión a la Ley Nacional, donde esta sí contempla las tachas pero para ser delimitadores de carriles, que en realidad son distintas a las que se usan habitualmente en las calles de la provincia”, destacó Vadillo.
Además, afirmó: “La instalación de las tachas genera un riesgo al tránsito, ya que al estar colocadas se debería poner los carteles de advertencia para de esta manera avisarle al conductor que la calle tiene este tipo de reductor. Al no pasar esto, se corre el riesgo de que el conductor frene de golpe, lo que lleva esta situación a ponerse en riesgo de accidentes, sobre todo para los autos que vienen por detrás”.
“Las que se contemplan en el la Ley de Tránsito Nacional son un poco más chicas, sirven como refractarias, poseen una superficie adherente en la parte superior y no se encuentran colocadas con pernos como las que se instalan actualmente”, aclaró el diputado.
Otra de las voces que Unidiversidad consultó fue la de Hugo Fiorens, Director de la Agencia de Seguridad Vial, quién aseguró que el Observatorio de Seguridad Vial no tiene incidencia a la hora de colocar las tachas, sino que se realiza a través de estudios y evaluaciones por parte de cada municipio.
“Cada comuna regula qué tipo de reductor colocará, la cantidad y dónde es más conveniente colocarlos, depende de las ordenanzas municipales, que deberán regular la implementación de las denominadas ‘tachas’”, declaró Fiorens.
En lo que respecta a la cantidad de accidentes que se suscitan en la provincia, Fiorens agregó que se ha logrado disminuir respecto a los últimos años. “Se ha logrado reducir la cantidad de accidentes en un 20 % si consideramos el período que va desde finales de 2017 a finales de 2018. Los informes que tenemos en cuanto a estadísticas se emite a través de los certificados de defunción por parte del Ministerio de Salud, por lo que tiene una demora de alrededor de 4 meses para cargar los datos”.
Los municipios deciden
Lisandro Delgado, director de Tránsito de la municipalidad de Godoy Cruz destacó a este medio: “Se ha demostrado estadísticamente que la utilización de las denominadas “tachas” son efectivas, es decir, que reduce la siniestralidad o los accidentes en el lugar. Por ejemplo, en la calle Leguizamón y Las Heras (una arteria muy importante del municipio que comunica la calle Cervantes con San Martín Sur) en un período de 6 meses se logró reducir de 8 accidentes a solo 3”.
“La colocación de estos reductores de velocidad es, en su mayoría, a pedido de los vecinos y se realiza a través de notas y reuniones”, detalló Delgado.
Otro dato a tener en cuenta, ya que se ha dado mucho debate público a raíz de la colocación de las tachas, hablan sobre el negocio que se hace con la colocación de este tipo de instrumento. “El dato es que, sólo en mi dirección, el gasto de las tachas representa el 4 % del presupuesto, por lo que representa un gasto mínimo para el municipio”, finalizó.
Por su parte, Jorge Carrizo, director de Tránsito de la municipalidad de Guaymallén, puntualizó que en su comuna se evalúa constantemente cuáles son los lugares más peligrosos para después calcular qué medida se utilizará para reducir la velocidad.
“La implementación de las tachas quedó reglamentada en el decreto de la nueva Ley de Tránsito (9024). Aquí se detalla qué tipo de reductores de velocidad están permitidos y cuáles se puede utilizar, entre las cuales se encuentra las denominadas ‘tachas’ o ‘tortuguitas’”, destacó Carrizo.
A pesar de la gran demanda para colocar las tachas (por parte de los vecinos) desde Guaymallén afirmaron que las tachas se instalan pensando en el flujo de tránsito, el ancho de las calles, para de esta manera no dificultar la circulación de los conductores.
“Tratamos, en la medida de lo posible, colocar las tachas en las esquinas de las escuelas, para lograr que los conductores tomen conciencia y reduzcan la velocidad en estas zonas”, ultimó.
Unidiversidad realizó una encuesta en su cuenta de Instagram y la mayoría optó por rechazar las denominadas "tachas"
Qué dicen las leyes
La Ley de Tránsito Provincial (9024), en su reciente decreto número 326, artículo 7, afirma: “La provincia y los municipios podrán intervenir en la vía pública o en vías privadas de acceso público, construyendo o instalando dispositivos cuya finalidad sea mantener una velocidad reducida de circulación a lo largo de ciertos tramos y dispositivos, cuyo fin sea advertir a los usuarios la necesidad de realizar alguna acción preventiva”.
Además, agrega: “Los obstáculos o deformación realizados sobre la vía, serán señalizados con cartelería preventiva, fija y vertical, las cuales serán ubicadas según velocidad máxima establecida para cada vía y de manera que garantice una distancia segura de frenado”.
Este artículo también detalla cuáles son los dispositivos autorizados que se pueden utilizar como reductores de velocidad:
Por su parte, a nivel nacional, por la Ley de Tránsito 24.449, la normativa acompaña esta posición al sostener en su artículo 23 (Obstáculos: "Queda prohibida la instalación de elementos agresivos en la calzada, que por sus características atenten contra la seguridad del usuario de la vía. Sólo se podrán instalar aquellos que por su diseño no agredan ni provoquen incomodidad al mismo, circulando a la máxima velocidad permitida en la vía donde dicho elemento se instale").
Daño en los vehículos
Walter, quien es dueño de SW suspensión, afirmó que el tren delantero de los automóviles son los que más sufren de roturas. “Por lo general lo más dañado de los automóviles son las cazoletas, los amortiguadores y las rótulas. En su mayoría, nos encontramos que nuestros clientes vienen enojados porque rompieron el amortiguador a causa de las “tachas”.
En cuanto al costo, detallaron que la reparación va desde los $ 3.500 hasta los $ 10.000 para un auto promedio, lo cual incluye cambio de amortiguadores, rótulas, mano de obra, repuestos, alineación y balanceo. El tiempo para reparar este tipo de daño se estipula en un día y medio aproximadamente.
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