"Preocupa que ciertos intelectuales se opongan a nuestra soberanía y favorezcan al colonialismo pirata"

El sociólogo y filósofo Roberto Follari - quien integra  Carta Abierta, un espacio de intelectuales alineados con el oficialismo – reflexiona sobre el documento a través del cual un grupo de intelectuales y periodistas opositores le exigirá al gobierno Nacional “que revea la política impulsada para recuperar Malvinas” y que “reconozca la autodeterminación de los kelpers”. El texto, próximo a publicarse, fue anticipado por los principales medios hegemónicos del país. 

"Preocupa que ciertos  intelectuales se opongan a nuestra soberanía y favorezcan al colonialismo pirata"

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Sociedad

Unidiversidad

Penélope Moro

Publicado el 22 DE FEBRERO DE 2012

El entrevistado,  cuyos análisis sociopolíticos son consultados ampliamente por distintos medios de la provincia, inicialmente explica el doble significado que para él conlleva la política oficial en pos de la recuperación de las Islas Malvinas. “Primero debemos entenderlo como un hecho simplemente de justicia. Que el mapa latinoamericano todavía permanezca  manchado de la presencia de piratas extracontinentales es insólito, por completo repudiable y revertirlo es un deber”.  Por lo que para el sociólogo,  aún en el caso en que las islas no portaran ninguna riqueza económica  por sí mismas “corresponde que ese pedazo de tierra sea reconocido territorialmente latinoamericano y singularmente argentino”, afirma.

En segundo lugar, Follari señala que  -además del significado que representa la liberación argentina de los yugos coloniales- , se encuentra la riqueza material y estratégica que porta el lugar. “A nivel ictícola, también desde el punto de vista geopolítico y estratégico militar, y ni hablar  del valor que presenta el petróleo “, enumera.  Resalta el último punto al considerar que las reservas petroleras que yacen en las islas “parecen ser de enorme magnitud”.

De esta manera,  para el intelectual de Carta Abierta la política impulsada por el gobierno Nacional en el marco del conflicto con Gran Bretaña que no solo se dirige a salvaguardar “una cuestión de justicia elemental” – como el prefiere llamarla -,  sino que a través de ella también se pretenden proteger “los derechos económicos de los argentinos, en vista a que dentro de 30 o 40 años el petróleo va a escasear fuertemente en el mundo, y aquel que lo tenga va a tener un peso estratégico  planetario que hoy es insospechable”.

De esta manera Follari se introduce en el debate acerca del anunciado pedido por parte de un grupo de intelectuales opositores - entre los que se encuentran Beatriz Sarlo, José Eliaschev, Jorge Lanata, Fernando Iglesias, Juan José Sebreli, Santiago Kovadloff y Luis Alberto Romero – a que se revea la política oficial sobre este asunto y que reconoce la autodeterminación de los kelpers.

“Es claro que se trata de un pedido por parte de un grupo opositor al Gobierno, lo que no está tan claro es que se trate por completo de `intelectuales´, autodenominación con que estas personas pretenden legitimar dicho pedido.  Pongo como ejemplo el caso de Lanata, sobre quien pienso que le falta leer y estudiar bastante para ser catalogado de `intelectual´. Se trata más de un periodista muy hábil como empresario vinculado al negocio periodístico,   pero dudosamente hábil como intelectual. Lo mismo sucede con José "Pepe" Eliaschev. Aunque hay que aclarar que el documento contará con  firmantes que sí merecen ser reconocidos en esa categoría, tales como Romero, Sarlo, Kovadloff.

Aun así entiendo este requerimiento como una operación de oposición por completo desencaminada y absolutamente ridícula en el sentido de que se contrapone a una reivindicación absolutamente histórica y razonable como es la recuperación territorial de las Islas Malvinas; y a la que ellos intentan confundir como ese supuesto `derecho a la autodeterminación de los kelpers` “.





¿Usted quiere decir que carece de argumentos el planteo de la autodeterminación de los kelpers que presenta este grupo de intelectuales y periodistas?

 Por completo, es un argumento tramposo en sus ansias de oponerse a todo lo planteado por oficialismo. Es que en el supuesto caso de que Argentina recupere territorialmente las islas por vías diplomáticas, los kelpers  podrán seguir siendo incluso ingleses. Lo que hay que entender es que no son ellos quienes tienen que definir el futuro de esas tierras,  porque ellos están ocupando ese lugar por un hecho artificial y de fuerza.

Esto devela con claridad que se trata de una operación de patas cortas, lindante con el grotesco donde algunas personas que por ir en contra del gobierno  son capaces de caer en el mayor de los ridículos. Qué hoy existan  intelectuales del valor de Romero o de Sarlo dispuestos a hablar en contra de la soberanía territorial de Argentina y a opinar a favor del colonialismo pirata, del colonialismo histórico como  es Inglaterra, me parece francamente vergonzoso y ridículo. Por eso estoy seguro de que recibirá el repudio generalizado de gran arte de la ciudadanía argentina.

Si bien el anuncio de la presentación del documento fue anticipado por distintos medios, en algunos se publicitó con mayor énfasis que en otros, como en Clarín y La Nación por ejemplo. ¿A qué piensa que responde esto?

Nunca se ha visto tanta publicidad de un texto que aún no ha sido publicado; pero insisto esto es una operación torpe donde ya hasta la CNN se ha expresado a favor de un documento que todavía no se ha leído. Quizá debieran ir calibrando quienes lo están aplaudiendo y cuál es el efecto de lo que están planteando. Es evidente que Lanata trabaja para estos grupos y que tantos otros de los firmantes son títeres de estos grupos. Asique en parte no debiera sorprendernos tanto. Como explicaba antes, lo que sí llama la atención es el antagonismo de Sarlo y Romero capaz capaz de llevarlos a semejante ceguera de pasar  por alto el hecho de que todos los países latinoamericanos,  con el presidente Rafael Correa a la cabeza, empujan a favor de la Argentina. Como el hecho de todos los intelectuales que se reunieron recientemente en Cuba. Eso es lo que preocupa, que esos intelectuales hoy hagan gala de vende patria  y de favorecedores del colonialismo.

Para esos medios la actual reivindicación de la recuperación de las islas configura una cortina de humo que oculta los problemas de fondos que presentaría el país ¿Existe la posibilidad de que esto sea así?

Un Gobierno que tiene el 54 por ciento de apoyo en las últimas elecciones y que de hecho según las últimas encuestas  ha acrecentado la imagen positiva, no tiene nada que tapar. Esta acusación tampoco tiene lógica si nos apoyamos en el respaldo popular con que cuenta el oficialismo. ¿Qué necesita tapar el Gobierno con un tema tan delicado como es la recuperación diplomática de Malvinas?  ¿Los altos índices de consumo? ¿Que hoy la mayoría de la población de clase media y alta vaya de vacaciones con facilidades que nunca había tenido? ¿La cantidad de automotores que se han vendido en el último año? ¿El crecimiento del 8 por ciento del país durante varios años consecutivos? Es decir, no hay nada para desviar la mirada y la atención de los argentinos.

Por otro lado el argumento de la cortina de humo tampoco tiene sentido ya que con ella se compara a la actual política de recuperación de Malvinas, desprendida de un Gobierno que se caracteriza por perseguir  a los responsables de la última dictadura -  justamente con las estrategias dictatoriales que llevaron a la guerra por las islas a principios de los 80.

Esa comparación carece de lógica porque además los que se comportan como en la dictadura justamente son los opositores que han tenido los mismo planes económicos nacidos en pleno régimen militar  y que nunca fueron capaces de juzgar a ninguno de los responsables del exterminio ocurrido en nuestro país entre 1975 y 1983. No nos olvidemos que los fogoneros del ideario opositor están íntimamente vinculados con la dictadura: Clarín a través de Papel Prensa y de los posibles hijos apropiados de la señora Ernestina Herrera de Noble. También es obvia la relación de La Nación con la dictadura,  a la cual aplaudió vigorosamente todo el tiempo que duró. Hay que entender que si la Argentina hoy está haciendo esto no es porque sí, es porque nuestro país ha tejido toda una serie de alianzas internacionales que jamás ha tejido otro gobierno Nacional y por eso por estos días puede impulsar diplomáticamente una gestión efectivamente fuerte como nunca se había hecho antes,  porque ningún gobierno había tenido hasta el momento una política internacional de integración latinoamericana como este.




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