Inglaterra: de nuevo frente al fantasma terrorista

Ante las nuevas explosiones sufridas en edificios públicos de Estados Unidos, las autoridades británicas elevaron el nivel de alerta por atentados para los medios de transporte del país, y decenas de policías patrullaron hoy estaciones de trenes y aeropuertos. Francia y Alemania anunciaron, en noviembre, un aumento de la vigilancia en las terminales de transporte, luego de que Estados Unidos advirtiera a sus ciudadanos de que islamistas planeaban un ataque en alguna ciudad europea.

Inglaterra: de nuevo frente al fantasma terrorista

Foto: Agencia Reuters

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Télam

Publicado el 07 DE ENERO DE 2011

La cadena de noticias BBC y la página web del diario The Daily Telegraph afirmaron anoche que el nivel de amenaza de ataque en el sector de transporte fue subido de "significativo" a "grave" y que las estaciones de trenes de Londres fueron puestas en alerta.

Decenas de policías vigilaron hoy grandes centros de transporte de la capital como las estaciones de trenes de St. Pancras y King´s Cross en lo que parecía ser un ejercicio de alta visibilidad para dar garantías al público. Aunque la Policía de Transporte británica no quiso comentar sobre el despliegue de efectivos y negó que se hayan suspendido francos de los agentes.

El Ministerio del Interior dijo en un comunicado que el nivel de alerta general por atentados permanece en "severo", el segundo más elevado, que significa que un ataque es altamente probable. El parte agregó que cualquier indicio serio de una amenaza inminente a la seguridad pública llevará a un aumento del alerta a su quinto y máximo nivel, denominado "crítico".

El mes pasado, un tribunal de Londres acusó formalmente de delitos de "terrorismo" a nueve sospechosos acusados de planear ataques contra la embajada estadounidense y la Bolsa de la capital británica.

El 11 de diciembre pasado, un hombre de origen iraquí de 39 años que vivía en Luton, al norte de Londres, desde hacía dos años, se inmoló con una bomba en Estocolmo luego de haber intentado sin éxito detonar un coche bomba en la capital de Suecia.

El Reino Unido sufrió su peor atentado el 7 de julio de 2005, cuando cuatro británicos musulmanes miembros de la red Al Qaeda detonaron sendas bombas en subtes y un colectivo de Londres y provocaron la muerte de 52 personas, además de la propia. Unas 700 personas resultaron heridas.