En 6 meses de transición de Gobierno, todo puede suceder. Y hay que tomar el vocablo “todo” tan literalmente como sea posible. El proyecto para permitirle a la Provincia tomar deuda por 6000 millones de pesos –eso sí, si encuentra una entidad crediticia disponible para esto, que supuestamente sería el banco Nación, aunque después de la reunión de ayer, esa posibilidad está más "en veremos" que nunca– es un claro ejemplo de esto.

Lo cierto es que el proyecto de endeudamiento es como el sol: aunque no se vea, se sabe que está. El tema es que a la Legislatura no llega. Al tratarse de una iniciativa que implica dinero y autorización de deuda, ingresa por la Cámara de Diputados, que hasta diciembre dirige el peronista azul, distanciado políticamente del Gobernador, Jorge Tanús.

Tanús ya hizo público su descontento porque no lo tuvieron en cuenta a la hora de las reuniones entre los líderes de la transición, siendo que –en teoría– debería ser él quien negocie los votos para que se apruebe. Pero no será así, porque Tanús se va el jueves de vacaciones y vuelve dentro de 15 días.

Aunque formalmente se diga que no se envía aún porque se deben cerrar las negociaciones con el Nación para ponerle un monto a la deuda, fuentes legislativas aseguran que Pérez está esperando que Tanús se vaya de viaje a Londres para enviar el proyecto.

Sea como sea, he aquí la paradoja: un proyecto elaborado por el Ejecutivo, aún en manos del PJ, será debatido por una cámara de Diputados presidida por un radical, ya que el diputado Diego Guzmán quedará en el lugar de Tanús hasta que regrese de la licencia.

El punto sin resolver es quién será el negociador de los votos, lugar que estructuralmente le corresponde a Tanús.

En otro acto de magia de la transición, según aseguran desde el ámbito legislativo, será, una vez más un radical, probablemente Martín Kerchner, que es uno de los líderes de la transición por el Gobierno entrante.
 

La epopeya de buscar acuerdos

¿Habrá o no posibilidad de conseguir mayoría especial para que la Provincia se endeude y pueda terminar el año sin que estallen las cuentas públicas? Probablemente la respuesta sea sí. En cuanto al PJ, no tienen muchas opciones, porque si a fin de año no se pueden pagar los sueldos de los estatales, o terminan de hacer agua los servicios, lo que sucederá se lo endilgarán a ellos. Además, la ley contiene la llave mágica de los pases a planta, única posibilidad de trabajo que tienen muchos peronistas que se quedaron afuera no sólo del Gobierno central, sino de seis intendencias.

Los radicales, históricos enemigos a la hora de dar el visto bueno para que la Provincia se endeude, van a apoyar porque de lo contrario el 10 de diciembre no recibirán una provincia, sino una bomba de tiempo. El PD, mientras tanto, tiene que acompañar a los radicales, porque también serán parte del Gobierno próximo. El FIT, que tiene el no fácil, esta vez va a tener que cambiar de estrategia política por los salarios de los trabajadores.

Ahora resta ver cómo explica Pérez que su proyecto sea defendido por el radicalismo. Una factura más que sus compañeros están elaborando para pasarle.