Industria del cannabis: del autocultivo a la legalización y producción

Fernando Arias, activista de la ONG Almatierra Cultivos y el jefe del Departamento de Toxicología, Sergio Saracco estuvieron en "Atardecid@s" analizando mitos y verdades sobre la marihuana.

Sociedad

Atardecid@s

Cannabis medicinal

Señal U

Publicado el 17 DE MARZO DE 2021

A comienzos del mes de marzo, en Mendoza reglamentó el cultivo de cannabis para uso medicinal y se convirtió en la primera provincia argentina en sancionar una ley que involucra aspectos económicos y productivos. Mucho se discute aún sobre el tabú de la marihuana, ya sea en aceites, cremas o consumo personal, en el caso de las personas fumadoras.

Lo cierto es que Mendoza ya contaba con la Ley 8962, que estableció el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal terapéutico y/o paliativo de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud. En este contexto, Fernando Simón Arias, activista de la ONG Almatierra Cultivos, y Sergio Saracco, jefe del Departamento de Toxicología del Ministerio de Salud de la provincia, estuvieron en Atardecid@s hablando sobre el uso recreativo y medicinal del cannabis respectivamente.

“Es un mito que la marihuana es la puerta de entrada a otras drogas. La marihuana es un recurso y tiene la ventaja de que es más renovable que otros. En un año podés producir cuatro veces más que lo que produce un árbol”, explicó Fernando.

Por su parte, el especialista Sergio Saracco explicó las consecuencias del consumo de cannabis.

“La planta de marihuana tiene más de 500 químicos, de los cuales aproximadamente 60 tienen efectos sobre el sistema nervioso central. En el caso de consumirla de manera recreativa, se busca la sintomatología, que son alteraciones en la percepción y sensación de bienestar. Esto se debe a que se modulan neurotransmisores como la dopamina y la serotonina, tal como ocurre con la cocaína o el alcohol. Esto puede terminar en una dependencia”, afirmó.

Los cannabinoides tienen propiedades medicinales que permiten tratar dolencias como cáncer, epilepsia, glaucoma, esclerosis múltiple, fibromialgia y dolor crónico, entre otros. Para proteger ese uso, el Ministerio de Economía y Energía cuenta con la Unidad de Control de Cannabis con fines medicinales, terapéuticos y/o científicos con facultades resolutivas y capacidad de dictar protocolos, instructivos y normas de actuación obligatorias. Esto permite regular de manera sistémica e integral los proyectos productivos, con facultades de fiscalización y sanción por ser la autoridad de aplicación en caso de incumplimientos.