El Grupo Peñaflor –con la marca Trapiche como su principal estandarte– forma parte del top ten mundial de comercialización de vinos, con ventas anuales por USD 446 millones –según el balance 2016– y una participación en el mercado argentino del 28,9 %.

"Nosotros estamos invirtiendo este año 21 millones de dólares en la Argentina, de los cuales cerca de 16 son en Mendoza, y estamos con una inversión importante (USD 11 millones) en una bodega de alta gama en Gualtallary”, dijo Ramos a Télam. “Además –agregó– estamos plantando 120 hectáreas en la provincia de Mendoza, y estamos expandiendo también nuestra capacidad logística, nuestra capacidad de fraccionado y también la capacidad de frío-bodega”.

Al ser consultado sobre la estrategia de estas inversiones, el ejecutivo dijo: "Estamos viendo una tendencia creciente de la demanda del vino fino de la Argentina. Realmente sigue habiendo mucho interés en los malbecs de precio alto en el mundo, y también vemos una oportunidad importante en lo que tiene que ver con cabernet, y para eso nos estamos preparando”. Explicó que “en el comercio del vino hay que mirar el largo plazo; entonces cuando se analizan tendencias se empieza a plantar y a invertir, y eso se hace en un cronograma de acá a cinco años, o sea que no son cosas de todos los días”.

Al ser consultado sobre la cantidad de hectáreas plantadas, informó que “el grupo tiene 3400 hectáreas de viñedos, estamos con un programa de plantar 150 hectáreas anualmente, y estamos en plena ejecución de ese plan”. “Las mismas están esparcidas básicamente en Cafayate (Salta), Catamarca, Mendoza –que es lo más relevante–, San Juan, y ahora tenemos una inversión en Chapadmalal en la Costa Atlántica, donde hemos creado una bodega oceánica que se llama Costa y Pampa”, dijo Ramos a la agencia de noticias Télam.