Las aguas bajan revueltas en la CGT. El otrora aliado del gobierno nacional y líder de la central obrera, Hugo Moyano, tendrá su prueba de fuego el próximo 12 de julio cuando se elijan la nueva conducción de calle Azopardo. La contienda electoral está abierta y Moyano busca alinear sus alfiles. Todo indicaría que sería reelecto en la central con más afiliados del país.

El mapa gremial quedó dividido luego de que Moyano se alejara de su alianza con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El sindicalista salió fortalecido, insistiendo en sus reclamos de mejoras salariales, aumento del piso del Impuesto a las Ganancias, y la transferencia de unos $ 3.000 millones que el Gobierno adeudaría a los gremios por las obras sociales que administran. Por eso, el camionero buscará la reelección como secretario general.

Por su parte, Antonio Caló, el titular de la UOM, admitió que le gustaría acceder a la secretaría general de la CGT, aunque salió a desmentir que sea el candidato del Gobierno para la elección de autoridades de la central. "Si los compañeros me eligen, me gustaría", deslizó el metalúrgico a la agencia Télam, al tiempo que negó que el Ejecutivo esté influyendo en la interna sindical y que además lo esté impulsando en medio del enfrentamiento con Moyano.

En Mendoza, todavía persisten las dudas del sector gremial que conduce Rodolfo Calcagni (Sipemon) de romper lazos con el gobierno nacional y provincial, teniendo en cuenta el lineamiento de dos referentes del sector y ahora legisladores provinciales, Claudio Díaz (Vialidad) y José “Pepe” Scoda (estaciones de servicio).  Esto genera contradicción al interior del sindicalismo vernáculo que apoyaría en última instancia al líder camionero.  

En la última visita a Mendoza, Moyano alineó la tropa de cara a las elecciones de julio. 

Contando los porotos

Las urnas tendrán la última palabra. Es que las presiones políticas y judiciales que el oficialismo impulsó contra Moyano no lograron el "efecto desgaste" esperado.

“Después de analizar todo estos movimientos al interior de la CGT, parece que el emergente es Caló. Sin embargo, a Caló no le da el piné para reemplazar a Moyano en el rol que tuvo con el kirchnerismo en una primera etapa donde se abrieron las paritarias tras la crisis de fines de 2001”, indicó Horacio Ravera, secretario general de Gráficos.

En la elección del 12 de julio participarán unos 1920 congresales. El sufragio de cada uno de ellos será directo y secreto, como lo establece el estatuto cegetista. La ecuación es proporcional: a mayor cantidad de afiliados por gremio, más delegados congresales con derecho a voto se tiene. Así las cosas, Moyano debería, sí o sí, trazar acuerdos con algunos sindicatos numerosos que hoy están distanciados.

“La importancia de la CGT local en la próxima elección es relativa porque la gran mayoría de los gremios depende de las federaciones. Desde Mendoza no creo que vayan más de quince votos a la central”, explicó Ravera.

Para el titular de Artes Gráficas, “Moyano reúne todas las condiciones para seguir al frente de la Confederación de los trabajadores y además es el hombre que mayor consenso tiene dentro del movimiento obrero”.

En la misma línea, Víctor Yanzón (Spunc) señaló que la CGT local apoyará en conjunto a Moyano en julio. “A Moyano le sobran los votos en la CGT como para ganar la elección cómodamente”.

Yanzón reclamó que "en el movimiento obrero se dé el debate que se debe dar y que esencialmente haya unidad".

Respecto de Caló, aseveró que "no hay ningún enfrentamiento. Lo que existe es sano al interior de la central. El movimiento obrero tiene que estar unido más allá de las votaciones”.