Actualmente, las sociedades avanzadas se posicionan, de manera inequívoca, en el “paradigma de la prevención” en diferentes planos de su organización. Es que se han demostrado, de manera categórica, los beneficios de “curar en salud”, es decir, de canalizar los mayores esfuerzos para evitar situaciones de daño en sus diversas formas.

Esta perspectiva aplicada a eventos catastróficos como son los terremotos, ante la limitación de no poder evitarlos ni anticiparlos, nos obliga a pensar y planificar estratégicamente cómo estar preparados. Es decir, a establecer planes de decisión y acción, de previsión de recursos y medios con plena serenidad y sin pánico alguno.

De modo particular, la Facultad de Ingeniería reúne a profesionales que estudian tanto el comportamiento estructural de las construcciones como la prevención y minimización de destrucciones potenciales producidas por terremotos. Sin embargo, la temática no debería circunscribirse sólo a estos aspectos.

La UNCUYO tiene la responsabilidad social de aportar –desde el conocimiento científico– a acciones de prevención multidisciplinares, articuladas y eficaces que contribuyan a mejorar la capacidad para enfrentar tales eventos catastróficos con el menor costo social posible. Este desafío atraviesa diferentes áreas de formación e investigación, integrando a las ciencias de la salud, de la educación, de la tierra, políticas, económicas y sociales. Todas tienen un rol protagónico en la contribución colectiva que la Universidad debe hacer a la sociedad, generando y transfiriendo conocimientos, recursos humanos y técnicos para estos fines.

Se advierte, entonces, que entre los grandes desafíos que debe asumir una sociedad organizada, sobrellevar un terremoto puede ser uno de los más exigentes. En tal sentido, la Universidad es uno de los actores sociales que debe contribuir a que esté preparada para lograrlo.

La formación profesional actual exige, además de perspectivas altamente especializadas que ayuden a comprender ciertos aspectos particulares de la realidad, una mirada holística y multidisciplinar superadora, que permita interaprendizajes, conformación de equipos colaborativos de estudio y de transferencia de conocimientos. Por ello, en su Plan Estratégico 2021, la UNCUYO se ha comprometido a atender con pertinencia las necesidades sociales, articulando saberes y prácticas con una clara orientación interdisciplinar en un marco de responsabilidad institucional.