Contra todo pronóstico, la izquierda sindical derrotó al kirchnerismo en las elecciones del Sindicato Unido de los Trabajadores de la Educación (SUTE). Sebastián Henríquez, el nuevo secretario general del gremio docente, prometió una “independencia” del gobierno de turno y apuntó contra la conducción anterior, que dividió y alejó a los maestros del sindicato. En la otra vereda, la Lista Azul-Naranja no aceptó el resultado e impugnó cinco mesas, mientras que la Junta Electoral revisará otras 19.

En la izquierda docente se muestran confiados en que, aunque se dé lugar a las impugnaciones, el resultado es irreversible.

En las elecciones del 15 de junio, la Lista Marrón, conformada por el PTS y el PO, se impuso por 90 votos a la Lista Azul-Naranja (identificada con la CTA). En tanto, la histórica Lista Celeste del kirchnerismo, que tenía a Gustavo Maure como candidato, quedó en último lugar.

En la sede del SUTE de Ciudad, Sebastián Henríquez, el nuevo secretario general, celebró la victoria y manifestó que hubo voto castigo contra “una conducción anterior que fracasó y nos llevó a un callejón sin salida”.

“El SUTE vuelve a ser de los trabajadores”, sostuvo Henríquez, el profesor de Lengua y Literatura que ahora será su conductor. El sucesor de Adrián Mateluna, que asumirá el 3 de julio, prometió la independencia sindical del gobierno de turno, un salario igual a la canasta familiar y un “perfil de lucha” para el gremio.

“Hay gente que hace 20 años que está en el sindicato, más de lo que estuvo en la escuela”, deslizó Henríquez. Es que el conductor electo del sindicato adelantó la posibilidad de auditar el gremio docente por presuntas irregularidades de la conducción anterior. “El SUTE vuelve a ser de los trabajadores. Queremos convocar a miles de trabajadores de la educación a unirse al sindicato, porque más de la mitad están afuera”, dijo Henríquez, en referencia a la polarización y a la “chicana” política de los últimos años.

De cara a las próximas paritarias, el nuevo secretario general aseveró que no bajará el nivel de conflicto con el gobierno de Cornejo. “Dejamos la salud en la docencia por dos pesos y encima nos culpan del fracaso educativo”, expresó Henríquez.
 

Los derrotados afirman que "la elección no terminó"

En paralelo al festejo de la izquierda en la sede oficial, los representantes de la Lista Azul-Naranja se reunieron en la sede de la CTA local. La candidata Graciela González no reconoció la derrota y afirmó que la Junta Electoral observará 19 mesas, más otras cinco que impugnaron desde su espacio político.

Gustavo Correa contó que en Lavalle, por ejemplo, la denominada “mesa volante”, que recorrió varias escuelas del departamento, no respetó el trayecto anunciado. Por otra parte, la mesa N.º 24 de Guaymallén fue impugnada, con 28 votos recurridos.

Graciela González, candidata de la Lista Azul-Naranja, no reconoció la derrota. Foto: Axel Lloret.

De volverse a votar en esos lugares, Henríquez aseguró que el resultado será el mismo, pero el dirigente de la CTA se esperanza en los 94 empadronados de la mesa de Guaymallén. “Es una elección que no terminó”, reiteró Correa, y esperará a la decisión final de la Junta para el próximo lunes 19.

Departamento por departamento

Con 90 votos arriba, el Frente de Unidad por la Recuperación del SUTE (FURS) ganó a nivel provincial y triunfó en seis seccionales. La Lista Marrón duplicó los votos y revalidó su liderazgo en Godoy Cruz, mientras que sumó Las Heras, Guaymallén, Luján, Capital y Tunuyán –el único fuera del Gran Mendoza– bajo su poder.

En tanto, la candidata malargüina de la Lista Azul-Naranja, Graciela González, sólo se alzó con la victoria en el interior de la provincia: La Paz, Santa Rosa, Tupungato, Rivadavia, San Carlos y San Rafael. En último lugar, el kirchnerismo de la Lista Celeste, que tenía como candidato a Gustavo Maure, apenas ganó en distritos de menor peso electoral, como General Alvear, Lavalle, Malargüe, Junín, San Martín y Maipú.