El 40 % de las personas en situación de calle no quiere ir a los albergues que provee el Estado provincial. Según el director de Emergencia Social del Ministerio de Desarrollo, Alejandro Verón, en la ciudad de Mendoza hay 150 personas que viven en las calles, de las cuales aproximadamente 90 concurren a dormir o habitar los refugios. En otros departamentos, el porcentaje es mucho menor, como en el departamento de San Martín, en el que sólo ocho personas viven en las calles.

Verón dijo a Unidiversidad que no se puede obligar a una persona a ir a un hospital o a un albergue, sino que se trata de que esa persona acceda o no por su voluntad. Existen convenios estatales con organizaciones como El Camino y Remar. Por otro lado, alrededor de 10 organizaciones sociales, que no están vinculadas con el Estado, ofrecen alimentación, acompañamiento y palabras de aliento.

En el caso de la fundación El Camino, funciona a partir de las 20 todos los días del año. La gente puede ir a ducharse, cenar y dormir, mientras que, al otro día, desayunan y se retiran a las ocho de la mañana. Remar funciona de otra manera: tienen una casa para mujeres y otra para hombres que funciona todo el día.

Las dos organizaciones tienen la regla de que la persona puede permanecer durante un tiempo determinado y con un permiso. La idea es que, a través de la intervención de trabajadoras sociales y un equipo especializado, se les puedan brindar herramientas para que salgan de la situación de vulnerabilidad en la que se encuentren.

En Mendoza no hay otros albergues. Verón explicaba que están trabajando para crear un centro de día en un espacio público de Guaymallén. La expectativa está en que estas personas, que se encuentran en situación de calle, puedan ir allí durante el día a aprender oficios para salir adelante.

El Ministerio de Salud ya ha desarrollado cuatro operativos en la iglesia La Merced, donde, además, se han podido concretar diferentes atenciones médicas coordinando con los profesionales.
 

Jesús Contreras, el más vulnerado

El hombre, que vivía en la calle, fue quemado con fuego intencionalmente por una patota. Fue el sábado por la noche. Su nombre es Matías Jesús Contreras Cortez. Luego de internarse de urgencia en el Hospital Lagomaggiore y retirarse a las pocas horas, este martes regresó a ese centro asistencial. Por estas horas, se encuentra en observación médica. Según Verón, fue muy difícil convencerlo porque "Contreras entiende que está bien en las condiciones en las que vive, y no quiere permanecer encerrado en el hospital ni en un albergue".

La solidaridad no se hizo esperar en la provincia, frente a la extrema vulnerabilidad que vivió Contreras. Un grupo de proteccionistas de animales logró dar con él y, a través de la página de Facebook Perros de la Plaza Independencia, la gente se está movilizando, juntando ropa, frazadas, nylon, alimentos y otros recursos para ayudar a Jesús.