Un nuevo fragmento del Muro de los Lamentos y un pequeño teatro a sus pies que data del periodo romano fueron presentados hoy por la Autoridad de Antigüedades de Israel luego de haber sido descubiertos en una excavación en la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Los arqueólogos que descubrieron el lugar lo llamaron "el misterioso teatro perdido de Jerusalén". Y su estado es casi perfecto. Se trata de uno de los mayores hallazgos en la histórica capital del pueblo israelí de los últimos años y que arrojará mayor luz sobre los tesoros ocultos de la urbe.

"El descubrimiento fue una verdadera sorpresa. Cuando comenzamos a excavar nuestro objetivo era datar el arco de Wilson. No imaginé que nos abriría una ventana al misterio del teatro perdido de Jerusalén", aseguró la arqueóloga Tahila Liberman en una conferencia de prensa, según consignó la agencia EFE. 

Israel desenterró un tramo de ocho metros del muro occidental y descubrió un pequeño teatro para una audiencias de 200 personas, que se encuentra en buen estado de conservación bajo el arco de Wilson, el único elemento que permanece del puente que permitía acceder al Segundo Templo de Herodes.

Durante la conferencia de prensa en los túneles subterráneos de la ciudad amurallada los arqueólogos israelíes mostraron los hallazgos de estas excavaciones "como parte del patrimonio judío y su profunda conexión con la Ciudad Santa".

Los hallazgos confirman los escritos históricos sobre estas estructuras que podrían tratarse de un lugar utilizado para interpretaciones acústicas o donde se reunía el consejo de la ciudad.

Los arqueólogos israelíes creen que el teatro nunca se utilizó porque las escaleras no están completadas y que fue abandonado posiblemente debido a la revuelta judía contra el Imperio romano.

"Ahora podemos presentar esta gran investigación y lo que hacemos desde un punto de vista científico", dijo el arqueólogo del distrito de Jerusalén Yuval Baruch sobre los trabajos realizados en el subsuelo de la zona este de la ciudad.