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Se trata del “Arctotherium angustidens”. El animal medía 4,5 metros de altura en posición erguida y pesaba 1500 kilos.
Foto: Agencia CTyS-UNLaM
Paleontólogos argentinos encontraron restos del Arctotherium angustidens, un oso extinto que vivía en Argentina hace 700 mil años. El hallazgo fue hace ocho meses en una cantera de piedra en los alrededores de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires. El animal tenía 4,5 metros de altura en posición erguida y 1500 kilos. Hace años que trabajan en la zona, donde han encontrado doce especies distintas de animales prehistóricos, informa El País.
Los restos encontrados son el cráneo y la mandíbula en buen estado de conservación de un ejemplar de macho joven, de unos 800 kilos de peso. "Tiene colmillos de unos 6 centímetros de longitud que no presentan el desgaste típico de los animales que llegan a la vejez. Los colmillos son fuertes y puntiagudos, estaban preparados para desgarrar la carne de sus presas. Los molares estaban bien adaptados para destrozar los huesos de otros animales", dijo José Luis Aguilar, director del Museo Paleontológico de San Pedro.
El animal fue hallado a nueve metros de profundidad, en una zona que debió ser un pantano. "Creemos que actuaba como una trampa natural. Los animales se acercaban a beber; en el caso del oso, que puede cazar, quedaban atrapados en ese piso fangoso y no podían escapar", informó Aguilar.
Leopoldo Soibelzon, investigador del Museo de La Plata y del Conicet, es uno de los especialistas que trabajan con los restos fósiles hallados en San Pedro. "La excepcional preservación del cráneo y la mandíbula nos va a permitir hacer buenas tomografías para estudiar el cerebro y el oído", expresó. A través de la reconstrucción, buscan saber si tenía buen olfato, buena vista y equilibrio, y si trepaba a los árboles, entre otros interrogantes.
"Fue la especie más carnívora. Después se extinguió y comenzaron a registrarse otras en las que había una tendencia muy clara en la evolución a la reducción de tamaño y a la herbivoría", señala Soibelzon. Como hipótesis, plantea que la aparición de otros depredadores, como los dientes de sable y los yaguaretés, provocó una competencia por el alimento que influyó en esos cambios registrados en las especies de osos de América del Sur.
Video: Agencia CTyS-UNLaM
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