El exgobernador José Octavio Bordón dijo que, desde el punto de vista institucional, hacía falta el balotaje, porque no había clima social ni político para que surgiera una figura hegemónica luego de la elección del domingo. Señaló que una de las muestras claras de esa realidad fueron los escasos puntos que separaron a los candidatos presidenciales que lograron el primero y el puesto, Daniel Scioli y Mauricio Macri.

“Hacía falta una segunda vuelta desde el punto de vista institucional, no había clima social ni político como para que alguien surgiera en forma hegemónica en esta elección. Este es un nuevo mapa político en la Argentina, donde aparece no sólo la fuerza de la oposición, sino una fuerte renovación de figuras”, explicó el director del Centro de Asuntos Globales de la UNCUYO.

Bordón destacó que en el nuevo mapa político no sólo apareció la fuerza de la oposición en varias provincias que históricamente fueron gobernadas por el oficialismo, sino que también hay un recambio de dirigentes. “Hoy casi el 70 % del electorado, 80 % de la matrícula universitaria y más del 80 % del comercio exterior, están con gobiernos que no participaron del oficialismo”, reflexionó.

El dirigente subrayó que sólo existieron dos puntos de diferencia entre Scioli (36,86 %) y Macri (34,33 %), y que los ciudadanos no tuvieron una preferencia absoluta por ninguno de los candidatos, por lo que calificó la elección como balanceada. El exembajador destacó el logro de la tercera fuerza, liderada por Sergio Massa, del Frente Renovador, que logró el 21,34 % de los votos. Consideró que con este resultado existe un sistema de tres fuerzas, aunque aclaró que esto no quiere decir que el Frente de Izquierda, liderado por Nicolás del Caño, o que la progresista Margarita Stolbizer no puedan plantear una alternativa y un crecimiento a futuro.

El exembajador explicó que es necesario esperar la decisión que tomen tanto Sergio Massa como José Manuel de la Sota, si hacen o no algún acuerdo con las fuerzas que se impusieron en los primeros puestos. Pese a esto, fue claro al subrayar que los votos no son de los líderes y que los ciudadanos toman decisiones libres, más allá de los acuerdos que anuncien sus dirigentes.
 

El desafío

En base al escenario político que quedó plasmado luego de las elecciones, Bordón consideró que el gran desafío es lograr un gobierno de coalición parlamentaria, que exprese consenso respecto de temas clave como el energético, la lucha contra el narcotráfico o la mejora de la calidad educativa. Aseguró que esta es la única esperanza de que Argentina termine con el “drama histórico” de avances y retrocesos, que genera inestabilidad. De cara a  la segunda vuelta, Bordón consideró como eje fundamental que los candidatos sean sinceros, porque aseguró que los próximos dos años no serán fáciles y que es necesario tener un discurso claro respecto de las medidas que se tomarán.

Más allá de las interpretaciones políticas, el exmandatario provincia destacó la tranquilidad con que se desarrollaron los comicios, lo que fortaleció la confianza del electorado. Pero aclaró que se deben analizar seriamente dos temas clave: el financiamiento de los partidos y el tipo de boleta que se utiliza, ya que consideró que el actual es un sistema que no resiste el paso del tiempo.

Bordón fue uno de los dirigentes que participó en la organización de Argentina Debate, el primer debate en el que participaron cinco de los seis candidatos a presidente, ya que Daniel Scioli no asistió. Ahora se abre una nueva posibilidad de escuchar las propuestas de los únicos dos candidatos en carrera, aunque Bordón se excusó de confirmarlo por el momento.