Hace 90 años Uruguay fue la primera selección en ganar el Mundial de fútbol. El encuentro ocurrió un 30 de julio de 1930 en el Estadio Centenario de Montevideo. Las dos selecciones finalistas fueron Argentina y Uruguay. Dicha final mundialista, sigue siendo controvertida por el cambio de la pelota en el segundo tiempo que propició la victoria a favor del local por 4 a 2. 

La primera Copa Mundial se caracterizó por ser un certamen muy poco organizado. En primer lugar, el prematuro campeonato tuvo la ausencia de varios equipos europeos ya que no podían costear económicamente el viaje en barco desde Europa hacia América. En segundo lugar, el sorteo entre equipos se hizo sin la presencia de las selecciones. Ya que los organizadores temían la cancelación prematura de los equipos porque sus sorteos no eran los más favorables. En tercer lugar, no había una pelota oficial. De esta manera, las selecciones que no tenían pelotas debían acostumbrarse a la de su rival, esto marcó grandes desventajas entre los equipos del torneo.

Este hecho, sigue siendo el más polémico. Porque en el inicio del partido finalista, el árbitro belga John Langenus decidió que mediante la suerte de la moneda se pudiera elegir el balón con el cual se disputaría el partido. El resultado del sorteo salió a favor de Argentina, que con un 2 a 1 se imponía al local en la primera parte. Los goles argentinos fueron marcados por Carlos Peucelle y Guillermo Stábile. Debido a eso, los rumores indican que los uruguayos cambiaron el balón en la segunda etapa, quedándose con el primer Mundial en sus vitrinas con los tantos de Pablo Dorado, José Pedro Cea, Victoriano Santos Iriarte y Héctor Castro.

Sin embargo, hay que reconocer que la selección charrúa de esa época era la mejor de todas las del certamen. Tal combinado había ganado dos Juegos Olímpicos consecutivos: el primero, París 1924 ganándole a Suiza 3 a 0 y el segundo, Ámsterdam 1928 derrotando a Argentina por 2 a 1. Es decir, que el equipo local era el favorito del certamen.

Luego de disputar y perder la final. El equipo argentino manifestó que durante la previa del partido sufrieron agresiones y amenazas por lo que decidieron no salir a jugar el segundo tiempo. A raíz de esto, al día siguiente manifestantes argentinos fueron a irrumpir en la embajada uruguaya en Buenos Aires y fueron desalojados por la policía local.   

Para ese encuentro Argentina formó con Juan Botasso, José Della Torre, Fernando Paternoster, Arico Suárez,Juan Evaristo,Luis Monti,Francisco Varallo, Manuel Ferreira, Carlos Peucelle, Guillermo Stábile, Mario Evaristo. Además, estaba dirigida por Francisco Olazar y Juan José Tramutola.

El equipo campeón, por su parte, salió a cancha con Enrique Ballestrero, José Nasazzi, Ernesto Mascheroni, José Andrade, Álvaro Gestido, Lorenzo Fernández, Héctor Scarone, Pedro Cea, Pablo Dorado, Héctor Castro y Santos Iriarte. El entrenador campeón fue Alberto Suppici.