El Gobierno de Grecia enfrenta hoy (miércoles 4 de febrero) una huelga general, cuyo objetivo es rechazar la reforma del sistema de pensiones que el gobierno de de Alexis Tsipras negocia con los acreedores. Esta será la tercera huelga que se realiza desde que asumió el gobierno izquierdista hace un año, pero la primera en contar con amplia participación de diversos sectores autónomos como comerciantes, taxistas y agricultores.

El Ejecutivo elaboró una propuesta que pretende evitar nuevos recortes a los pensionistas, que desde 2010 han sufrido once reducciones. A cambio, plantea subas de las cotizaciones y recortes de las pensiones suplementarias, que forman el pilar fundamental de los ingresos de los jubilados, que a su vez son el sustento de más de la mitad de las familias griegas, según un estudio realizado por la asociación de Pymes.

En un comunicado, en la sección encargada de asuntos laborales del partido gobernante, el izquierdista Syriza aseguró que "celebra" el paro porque tiene como objetivo "proteger el carácter público, redistributivo y global del sistema de pensiones". Syriza subrayó que apoya los esfuerzos del Gobierno para defender las pensiones y crear "un sistema con carácter redistributivo fundamentado en la solidaridad de las generaciones", al tiempo que pide al Gobierno no ceder ante los acreedores en las pretensiones de reducir las pensiones.

Las principales confederaciones de sindicatos del sector público (ADEDY) y privado (GSEE) convocaron a una manifestación para el mediodía en la céntrica plaza de Klathmonos, vecina del Ministerio de Trabajo, informó la agencia de noticias EFE.

Los servicios del metro y el tranvía de Atenas sólo circulan parcialmente, mientras los trenes interurbanos, los locales y los trolebuses pararán durante toda la jornada. Los autobuses urbanos, en cambio, funcionarán hasta las 21.00 (hora local). Por primera vez en muchos años, los taxistas, que hasta ahora declinaban unirse masivamente a los paros, están secundando la huelga. Además, los barcos, servicio público esencial en el país, permanecen amarrados en los puertos y las compañías aéreas locales Olympic Airways y Aegean Air tuvieron que cancelar 66 vuelos domésticos a causa del paro parcial de los controladores.

En el sector sanitario, los hospitales públicos ofrecen sólo servicios mínimos, ya que los médicos y el resto de trabajadores han anunciado su adhesión, como también lo han hecho los farmacéuticos. Trabajadores de profesiones liberales, como ingenieros y abogados que ejercen como autónomos, se sumaron a esta protesta. Los agricultores mantienen los bloqueos en puntos centrales de las carreteras y autopistas de todo el país que iniciaron hace más de dos semanas.