La Corte Suprema de Justicia dio la última palabra sobre el caso Grassi. La condena fue ratificada por voto unánime. La Justicia confirmó 15 años de prisión; Roma ya recibió el expediente. Para el Estado, Julio César Grassi es un abusador de menores. El acusado se encuentra en prisión desde 2013.

El caso comenzó en 2002 cuando el programa “Telenoche Investiga” reveló un informe contra el sacerdote por abuso sexual a jóvenes internados en la Fundación Felices los Niños. Para el 2006, ya había tres chicos denunciando al cura por abuso sexual. Sin embargo, recién en el 2013 se ordenó la detención a Grassi.

El Papa no pronunció palabra con respecto al caso Grassi. Sin embargo, el año pasado Francisco encargó cuatro libros que aseguran la inocencia de Grassi, en un intento de influir en la decisión de la Corte. Días más tarde, el pontífice dijo que la Iglesia llora y se avergüenza por los abusos sexuales a menores de una minoría de sacerdotes. 

Nora Schulman, titular del Comité Argentino por los Derechos del Niño, dijo que la actitud de Bergoglio frente a los casos de pedofilia es “contradictoria” y sostuvo que "Francisco dice que no hay que esconder a los pedófilos, pero la Iglesia los esconde". Además añadió que exigirán que al cura se le prohíba dar misa y ejercer los sacramentos.  

El Obispado de Morón respondió a la Corte Suprema de Justicia con un comunicado en el que asegura que “desde el inicio del juicio, el sacerdote fue separado de toda función pastoral de la diócesis”. Además informó que la medida fue dictada por Luis Eichhorn quien le prohibió el ejercicio público del ministerio.