Días después de obtener el máximo título continental que entrega el hockey sobre patines, Julián Tamborindegui disfruta finalmente de sus merecidas vacaciones deportivas. Habló con el Suple y se refirió al Torneo Sudamericano que consiguió como refuerzo del equipo de Marcelo Inella.

"Si bien jugué a préstamo, es un campeonato importante y se disfruta igual", aseguró el crack quien además volvió a compartir equipo con su hermano Exequiel y otros ex compañeros de Banco Mendoza: "Desde mitad de año mi hermano está en Talleres, y jugar ahora en el Sudamericano con él, con Quique Muzzio, fue muy lindo".

En la final del torneo, el Matador se midió con Estudiantil Porteño, de Buenos Aires, sin embargo, no enfrentar a un sanjuanino en la instancia decisiva no fue motivo de sorpresa: "Jugar la final contra Estudiantil no sorprendió. Fue un partido complicado, muy cerrado. Cualquier cosa podía pasar. Pero teníamos a Carlos López y él nos dio la victoria". 

Justamente, para el campeón del mundo, y para David Páez (jugó para Concepción), ambos jugadores de más de 39 años, Julián sólo tiene palabras de elogio: "No es que sea bajo el nivel del hockey, son ellos que son muy profesionales. En los entrenamientos trabajan al cien por ciento, por más de que hayan sido campeones del mundo y jugado en los mejores equipos. No se relajan”.

La humildad de los grandes está a la vista y Tamborindegui la destaca: "Como persona y como jugador, Carlos López es buenísimo. Nos enseñaba en cada entrenamiento. Fue muy fácil convivir con él. Se adaptó muy bien al grupo".

Por último, el delantero de Banco Mendoza confió en que todos los encuentros fueron ásperos: "El partido más complicado fue en los cuartos de final, contra Casa de Italia. Por cómo se dio el resultado (4 a 3). Pero la final también fue muy dura, muy cerrada, estábamos a punto de ir al alargue". 

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