Gamma Betta es el apodo con el que Luna Gambetta se identifica dentro del mundo del freestyle. Comenzó a rapear en la Plaza Malvinas Argentinas de Capital, hace un año aproximadamente, y participó en varias competencias, en su mayoría llegando a octavos de final.

A pesar de no haber superado esa instancia y lejos de tomárselo como un fracaso, Luna asegura que "siempre hay que intentar competir y divertirse". “Vos vas a batallar y queda en un segundo plano la competencia, porque se genera como un ritual en la plaza. Como lo que sucede en los recitales de los Redondos con la misa antes de los toques...”, agrega.

“Es un ambiente que sí es machista, porque no hay parte de la sociedad que no lo sea. Hay pibas que no se animan porque hay muchos hombres. A pesar de eso, yo siempre digo que cualquier persona que quiera rapear, que se acerque; no se sientan intimidadas de que son todos hombres”, reconoce Gamma Betta.

Diariamente aplica rimas en todo lo que hace: desde conversaciones cotidianas, estudiar materias de la facultad o hasta para aprender a andar en bicicleta, por ejemplo. “Hace poco aprendí a andar en bicicleta y me aconsejaron que no lo esté pensando. Asi qué me puse a pensar en rimas y aprendí.”, cuenta la freestyler.

“Todo el mundo está esperando algo de vos, porque por algo te metiste”, dice y recuerda su primera batalla: en un cuadrangular contra el, por ese entonces, anterior campeón de la competencia organizada en la plaza de Capital, y caracterizó ese primer encuentro como un momento de adrenalina, en donde sintió que tenía su cuerpo “prendido fuego”.

Considerada ya como una cultura que se transmite en cada plaza, el freestyle es un espacio donde el respeto esta por encima de todas las demás cuestiones. Aunque no hay ninguna palabra o rima prohibida, al momento de “escupir” letras se deben hacer a conciencia de que lo que estás diciendo no es racista u homófobo.

“Si uno piensa que está bien subirse a un escenario y tirar rimas homofóbicas o misóginas, va por uno mismo; pero eso no está garpando actualmente. El público se ha vuelto muy fino esas cuestiones.”

“Tenes que jugar contra el nombre del otro, algo que es muy difícil. Hay veces que vos fuiste muchísimo mejor en todos los aspectos, pero el otro tiene más nombre, y termina ganando él.”, reflexiona sobre las injusticias, no solo dentro del freestyle, si no también aplicables a otros ámbitos.