Mejorar la educación y reducir las brechas sociales: esas son las premisas con las que se desarrolló la reunión de ministros de Educación y Trabajo de los países del G20 que se desarrolla por estos días en la provincia. En concreto, los ministros de los Estados miembro debatieron sobre los alcances de las políticas educativas y analizaron la forma en la que se puede llevar a la práctica parte de esas iniciativas. En este contexto, el ministro de Educación de Chile, Raúl Figueroa Salas, aseguró que es necesario trabajar en políticas educativas que no marginen a las mujeres ni a sectores vulnerables.

El encuentro internacional reúne por primera vez a los ministros de Trabajo y Educación junto a los sindicatos y organizaciones sociales. El funcionario chileno explicó que se debe incorporar la educación a diversos ámbitos y trabajar en la mejora de oportunidades. En este aspecto, Figueroa Salas expresó que en América Latina, la discusión por la educación siempre “se politizó”, por lo que es necesario plantear nuevos escenarios.

En Chile, la educación superior se da en el ámbito privado y difiere de la de Argentina. Por eso, el funcionario aclaró que corresponde analizar, tanto en el ámbito público como en el privado, las formas en la que se desarrollan las capacidades de los estudiantes. “Se necesita perfeccionamiento de los docentes”, aclaró el ministro chileno.

Por su parte, el ministro de educación de Rusia, Pavel Zenkovich, indicó a este medio que el desafío de cara al futuro es superar las diferencias entre países pobres y países ricos. "Los países desarrollados tenemos que ayudar no solo de manera material y financiera”, agregó el funcionario ruso, quien aclaró que el siguiente gran problema a resolver son los cambios tecnológicos que se están produciendo en todos los ámbitos y que impactan de lleno en las currículas.

"El sistema educativo prepara a los chicos para el futuro, pero no sabemos cómo serán la economía y el mercado laboral. Es un desafío cambiar y ser universales en los conocimientos", añadió el funcionario. En este aspecto, Zenkovich especificó que todos los países de América Latina están viviendo un momento difícil y en ninguna parte del mundo el docente está bien pago. “La docencia es una vocación y el objetivo central es avanzar en el respeto al maestro de todos los actores escolares”, sentenció Zenkovich.

Acerca de cómo está preparado el docente para este cambio generacional, el funcionario ruso agregó: “El docente es nuestra piedra angular de todo el sistema educativo. Nuestra tarea es estar al tanto de los cambios tecnológicos, poniendo énfasis en la digitalización”.

Si bien aclaró que en su país las currículas se arman acorde a lo que demanda el mercado laboral, una de las tareas primordiales es permitirle al estudiante explotar sus habilidades. “Si desde los primeros años se descubre el ‘para qué soy bueno’, es mucho más fructífero para el alumno luego especializarse y aportar al país", subrayó.