El ex presidente de facto, que encabezó el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, sostuvo que mantuvo "excelentes relaciones con la Iglesia", al igual que con los empresarios y consideró un  error "que todavía estamos pagando" haber acuñado la palabra `desaparecido´, entre otras consideraciones a un medio español.

La titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, repudió las declaraciones del dictador, a quien calificó como un "hombre deshumanizado que sigue inventado sus historias poco creíbles".

En ese sentido, sostuvo que "Videla se olvida que ya está todo probado. Acá no hubo una guerra, sino que fueron los hacedores de la desaparición y asesinato de 30 mil personas, del robo de bebés, de bienes y del país".

En declaraciones a Télam, la titular de Abuelas, señaló además que "lo que el represor no dijo en los juicios que se le siguieron por su responsabilidad en el terrorismo de Estado –porque nunca reconoció sus crímenes, ni se arrepintió- lo dice en la prensa extranjera, que lamentablemente le da lugar a un genocida".

Por otra parte, se refirió a los dichos del dictador, quien consideró a las causas por delitos de lesa humanidad como "juicios políticos" y como "parte de esa venganza, de esa revancha, como parte de ese castigo colectivo con que se quiere castigar a todas las Fuerzas Armadas".

"Acá no hay venganza. Nunca nadie tomó venganza por mano propia. Acá ha llegado la justicia que con tanta paciencia todos los organismo de derechos humanos hemos esperado".

Carlotto subrayó además que "desde Abuelas repudiamos una vez más a este personaje que hace declaraciones desde su condición de juzgado y condenado a cadena perpetua y a quien la historia reconocerá como lo que es: un criminal".

Por último, indicó que la "la dictadura y la Iglesia (Católica) fueron partícipes y cómplices de esa etapa de desaparición y muerte. Ese es otro lugar (por la jerarquía católica) donde todavía no ha habido palabras de arrepentimiento".

En otro orden, la referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Taty Almeida, repudió los dichos del ex dictador y se mostró convencida que la justicia alcanzará a todos los implicados con el terrorismo de Estado porque "fue una dictadura cívico-militar".

"Estas declaraciones que siguen destilando odio, hablando que nosotros tenemos sed de venganza, es un boomerang que le va a volver en contra. Demostramos a través de los años que confiamos en la justicia; nunca justicia por mano propia", señaló.

Agregó respecto de la Iglesia que "está reafirmando lo que uno no se cansa de denunciar: la complicidad de la cúpula de la Iglesia".

"Ya les va a llegar la justicia a la parte civil porque esto fue un golpe cívico militar" sostuvo Almeida, al tiempo que recordó el juicio que se está realizando en Tandil contra los hermanos Méndez, "civiles que tenían en su quinta un centro clandestino".

Por su parte, la legisladora porteña María José Lubertino consideró "patético que Videla hable y que siga repitiendo más de 30 años después los mismos argumentos que usó cuando asaltó el poder: la teoría de los dos demonios, la guerra y el debate sobre el número de muertos y desaparecidos".

También se refirió a que en las declaraciones no aparece "ningún arrepentimiento como ser humano, ni ninguna reflexión sobre la democracia. Ninguna disculpa a madres, abuelas o familiares. Espero que viva muchos años así su perpetua se hace más larga" completó Lubertino.