Con un frío intenso, poco público y mucho menos fútbol, Atlético Palmira y Club Social y Deportivo Montecaseros igualaron en un partido en el que aburrieron a todos. En líneas generales fue mejor el Aurinegro, que a los 22 minutos abrió el marcador con un tanto de Gonzalo Ferro; sin embargo, no lo supo cerrar, y a los 28 minutos del complemento, Germán Sosa igualó las acciones.

El dato de color en la helada tarde mendocina surgió cerca del final debido a la expulsión del arquero del Lobo del Norte, Diego Antonio, que agredió a Ferro cuando este estaba tendido en el césped tras chocar con el guardameta. Luis Martínez, árbitro del partido, vio cómo Antonio golpeó con ambas rodillas al delantero de la Escoba y no le tembló el pulso al tener que sacar la tarjeta roja. Montecaseros ya había realizado las tres modificaciones, por ello debió ingresar al arco el delantero Araujo, que no tuvo participación alguna.

José Ortiz, fastidioso por el resultado, analizó lo que dejó el empate: “Nos queda un sabor amargo porque de local tenemos que ganar. Por la forma en que nos empatan, nos queda gusto a poco. Se sumó un punto y vamos a tener que ir a buscar afuera lo que quedó acá”.

El punto le sienta mejor al Lobo del Norte que, a pesar de no hacer un buen partido, se lleva un poroto a casa. Enrique Sosa, defensor de Montecaseros, expresó tranquilidad por sumar la unidad en condición de visitante: “Veníamos a buscar los tres puntos. Enfrente nos encontramos a un gran rival, pero no nos vamos contentos por el punto obtenido. Se sacrificó el final y podríamos haber perdido también. Nosotros sabemos lo que es Palmira, mucha garra, estamos tranquilos porque nos llevamos algo a casa”.

En la próxima fecha el Jarillero viajará al sur provincial para chocar con Pacífico de General Alvear, mientras que Montecaseros se verá las caras con Jorge Newbery de Villa Mercedes.

Escuchá a continuación los testimonios de los protagonistas.