¿Cómo definiría el grado de institucionalidad del Parlasur?

Entiendo que la institucionalidad del Parlamento del Sur debe ser analizada en el contexto más amplio de la institucionalidad del propio Mercosur.

Sin dudas, la “institucionalidad” del bloque es uno de los pendientes del esquema. Si bien a partir de la entrada en vigencia del Protocolo de Ouro Preto (1994) se estableció una  estructura institucional con órganos con capacidad decisoria (Consejo, Grupo y Comisión de Comercio), e incluso se estableció un sistema definitivo de solución de controversias, la praxis institucional no ha sido el fuerte del esquema.

Fundamentalmente, en nuestra opinión, el fenómeno de la institucionalidad deficitaria del bloque ha estado ligado a la calidad de la normativa que han venido produciendo los órganos del Mercosur. Les falta a resoluciones, decisiones, la coactividad propia de normas de verdadero derecho comunitario. Para decirlo técnicamente, nos parece que una mejora en la institucionalidad del Mercosur en general vendrá de la mano del tránsito necesario del derecho internacional público que, por ahora, gobierna al bloque hacia un esquema de derecho comunitario.

Centrándonos en el Parlasur, entendemos que probablemente sea el órgano que mayores avances ha tenido en cuanto a su institucionalidad. Heredero de la originaria Comisión Parlamentaria Conjunta prevista en el Tratado de Asunción, y mantenida en el Protocolo de Ouro Preto, el Parlasur ha visto mutar su embrionaria conformación de un grupo de legisladores nacionales de cada uno de los países designados por sus pares, con facultades bastantes difusas, a un verdadero órgano de representación de los pueblos que conforman el Mercosur, con parlamentarios elegidos a través del sufragio popular.

Absolutamente original en su conformación, el Parlasur no representa a los Estados miembros del Mercosur, sino a los habitantes del bloque. Incluso cuando el Parlasur haya alcanzado su desarrollo pleno, los parlamentarios serán electos simultáneamente en todos los países miembros, y su posterior alineamiento y conformación de bloques tendrá que ver, antes que con la pertenencia a tal o cual país, a tal o cual orientación ideológica. Así, seguramente habrá parlamentarios progresistas, conservadores, más de izquierda, de centro, etc.

Concluyendo, a no dudar de que la institucionalidad del Parlasur es un fenómeno creciente, en el cual los mendocinos y mendocinas somos parte de este momento histórico al elegir de forma directa y democrática a nuestros representantes  en ese proceso profundizador.

¿El Parlamento del Mercosur tiene facultades decisorias sobre las políticas de Estado?

La respuesta es no, como todavía no la tiene ninguno de los órganos del Mercosur, incluso los denominados “órganos principales con capacidad decisoria” (Consejo, Grupo, Comisión de Comercio). Sin embargo, y dada la condición de órgano de representación ciudadana, no menoscabamos, y muy por el contrario entendemos que esta es una de las principales potencionalidades del Parlasur, la posibilidad de influir y de marcar agenda, tanto en el ámbito del bloque como en el de las políticas propias de cada uno de los países.

En el actual grado de desarrollo institucional del bloque, los derechos nacionales mantienen su vigencia y coexisten (diríamos que con preeminencia) con el entramado normativo del Mercosur. Más, cuando en algunos de los países, ejemplo Brasil, está prohibida constitucionalmente la delegación de facultades a órganos supranacionales.

¿Cuál cree Ud. que sería el beneficio para la provincia de formar parte del Órgano?

Como ya dijimos, el Parlasur representa a los habitantes de cada uno de los países del bloque y, dentro de los mismos, una parte de los parlamentarios representa a las Provincias. Es decir que Mendoza pasa a partir de ahora a tener en el Mercosur un representante elegido por el voto popular, lo cual de por sí implica un importante beneficio, ya que hasta el momento el manejo de las relaciones es de órbita nacional, lo cual en todos los casos no garantiza que se puedan tener en cuenta en su totalidad los intereses provinciales.

Mas allá de que el Parlasur no legisle, el hecho de poder contar con un representante provincial permitirá la presentación de proyectos que atañen a la sociedad mendocina y a su producción, así como posibilitará que se pueda intervenir de otra manera ante los obstáculos o conflictos que se generen, por ejemplo, en la exportación de nuestros productos y servicios, así como incorporar los temas provinciales a la agenda del bloque.

Una de las grandes deudas es la moneda común para los países miembros. ¿Cree que esta posibilidad es viable en las condiciones económicas actuales?

No consideramos que por el momento estén dadas las condiciones como para avanzar en la moneda común, es un horizonte lejano dado que previamente deberían alcanzarse muchos acuerdos en las políticas macroeconómicas, y converger en criterios comunes que llevará mucho tiempo alcanzar. Debemos observar con mucha atención lo que pasa en Europa con el euro, la moneda común no tiene los mismos efectos para todos los países integrantes y eso genera rispideces e inconvenientes. Si es costoso consolidar un arancel externo común, imaginemos lo que será acordar pautas macro comunes que deriven luego en la moneda común.