En las redes sociales volvió a aparecer una cadena falsa que afirma que, ante la aparición de un infarto estando solo, una acción recomendable es toser repetidamente efectuando una respiración profunda antes de cada tos. Esto fue negado en muchas ocasiones y vuelve a ser necesario hacerlo puesto que por estos días se ha vuelto a viralizar el hoax (información falsa que pretende pasar por verdadera).

La realidad es que, en caso de encontrarse en un contexto en el que no es posible pedir ayuda a ninguna persona, lo único recomendable es llamar a una ambulancia y esperar su llegada. La razón es que el infarto es una obstrucción de la arteria que va hacia el corazón y no hay ningún remedio casero que sea efectivo ante eso.

“Eso no es real. Un infarto es cuando se tapa una arteria en el corazón. Es una situación que no se puede revertir tosiendo”, corroboró a Unidiversidad Claudio Burgos, prestigioso médico cardiólogo que ostenta el cargo de director del Departamento de Cirugía Cardiovascular y Trasplantes de Órganos en el Hospital Italiano desde 1986.

El cardiólogo afirmó que la confusión con la supuesta solución de la tos puede venir de una situación diferente que a veces se confunde con el infarto: la arritmia. “No tiene relación. Son dos situaciones fisiopatológicas distintas y la resolución es totalmente distinta”, apuntó Burgos.

“En un ataque de arritmia, en general, la frecuencia cardíaca sube, el paciente se descompone, pero no pierde la conciencia porque tiene algo de irrigación”, señaló el médico. Es posible que durante una arritmia una persona tosa fuerte y repetitivamente para, mediante el aumento de la presión en el tórax, desarrollar un mecanismo reflejo capaz de abortar cierto tipo de arritmias. Pero ante un infarto de miocardio es completamente inútil.

Burgos informó que “hay infartos que son masivos y que matan en forma súbita. Ya uno no tiene nada que hacer más que RCP (Resucitación Cardiopulmonar)”. En ese caso, una persona con conocimientos de RCP será necesaria para intentar reanimar a quien haya sufrido el paro cardíaco.

En síntesis, si una persona experimenta un ataque al corazón estando en solitario, no hay nada que pueda hacer más allá de llamar inmediatamente a una ambulancia y esperar su llegada.