De no tener agua para bañarse después de los entrenamientos hasta no tener dinero para llegar al José Castro y entrenar cotidianamente, los jugadores de Atlético Palmira sufrieron de principio a fin. Poniendo plata de su bolsillo y realizando esfuerzos sumamente valorables, el plantel luchó contra todas las adversidades y pudo salir al frente.

El 1 a 0 final frente a Jorge Newbery no solo trajo alegría por salvar el descenso, sino alivio porque el caos –que parecía eterno- se terminaba. Tal es así que varios jugadores Jarilleros comenzaron rápidamente a hacer sus valijas para no continuar ante un eventual torneo de Transición y apagar sus celulares para no saber más nada con la entidad del Este. Una vez que se les salde la deuda, se cortará todo tipo de relación entre ambas partes.

Gabriel Aguilera, volante del Aurinegro y perjudicado por los problemas institucionales, se refirió al tema y afirmó: “No sé qué voy a hacer, buscar trabajo eso sí, porque tengo que mantener a mi familia. Pertenezco a Deportivo Guaymallén y tengo que volver al club. Vamos a ver qué oferta se presente, si sale algo lindo para ir a jugar, un Torneo del Interior, voy.”

A pesar de lo vivido, el ex jugador del Cacique se mostró satisfecho por el logro obtenido: “Estoy contento porque se cumplió el objetivo que todos queríamos. Pasamos una temporada muy dura pero por suerte se cumplió el objetivo.”

En cuánto a la deuda que mantienen la entidad jarillera con el plantel Aguilera sostuvo: “El viernes van a hablar los dirigentes con nosotros y veremos qué va a pasar”.

Por lo pronto el Club Atlético Palmira deberá reorganizarse y de ahí en más comenzar a saldar la deuda que tiene con los jugadores desde antes que comenzara a colaborar Raúl Moyano, quien, generalmente, en tiempo y forma abonaba con cada profesional del fútbol lo acordado previamente.

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