La música hecha en Mendoza siempre ha estado presente en las ediciones del festival godoicruceño. Desde 2016, las bandas participantes se presentan a una convocatoria abierta y son seleccionadas por un jurado compuesto por periodistas de rock del medio, con la incorporación en esta edición la presencia de un músico destacado como es Leandro “Canario” Vilariño, líder de Chancho Va.

El crecimiento de la escena mendocina en esta década que llega a su fin, ha potenciado la calidad y cantidad de artistas participantes: más de 280 en la última convocatoria para que 12 fueran parte de la grilla. A esto se sumaron dos bandas consagradas como La Skandalosa Tripulación y Gauchito Club, para que la propuesta local no sea “la previa” de artistas nacionales como Ciro y Los Persas o Divididos, sino que pise el escenario con peso propio.

En esta ocasión, pudimos ver durante el primer día –viernes 6– a la artista más joven de la grilla, la sanrafaelina Ema Mich, que sorprendió con su proyecto de hip hop y ritmos urbanos en formato banda. Siguió la banda Brassass con su inconfundible sonido de fusión funk que hizo bailar a los asistentes más tempraneros. Luego fue el turno del reggae, género que siempre tuvo exponentes en la provincia y de los cuales Surco Pando es uno de los más destacados en trayectoria y calidad. El gran número local de la noche estuvo a cargo de La Skandalosa Tripulación, que dio un poderoso show en el que demostró su constante comunicación con el público. Un “hasta luego” merecido para la agrupación que continuará su carrera en México para el próximo año.

El sábado 7 comenzó más temprano y con una agenda incansable que abrió Windous, en modo “full band”, con una impactante identidad sonora. Por su parte, Los Trapos de Abel llevaron su impronta de rock and roll clásico al escenario. Más tarde, el aire pop y el indie se combinaron para la presentación de Portobel, en la antesala de Yuls, que llenó de eclecticismo y modernidad el Parque San Vicente. La última banda mendocina del segundo día fue Abril en Llamas, que impactó con un show enérgico y de aura poguera.

La última jornada de la fiesta estuvo marcada por el rock “fuerte”: la supremacía del bombo y las composiciones de Algún Grito, las arrolladoras líneas de bajo de Furia, junto a la interpretación de Angus Buttini y el sello “stoner” de Fuzza, exponente del género en la escena. Cuando ya caía la noche sobre el predio, la calidad se mantuvo y los decibeles bajaron con Eve Calletti, la revelación mendocina del 2019. La participación local se cerró con Gauchito Club, para cerrar un año de crecimiento exponencial en giras y presentaciones.

Sin duda, las presentaciones de Dakillah, La Delio Valdez, Piti Fernandez, Ciro y Los Persas, Lucy Patané y Divididos fueron formidables y dieron cuenta de su contundencia artística. Incluso La Delio invitó a integrantes de Brassass y La Skandalosa a interpretar un tema.

Nuestra intención es la de poner en valor a los artistas que se desarrollan en una escena tan compleja como la mendocina, donde faltan lugares para tocar o no resulta redituable dedicarse por completo a la música. Sin embargo, la calidad y capacidad para festivales de gran nivel ya está suficientemente probada. Ojalá haya cada vez más eventos donde esto pueda ser visible.