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26 DE DICIEMBRE DE 2024
Unidiversidad recogió tres historias de fanáticos de réplicas originales de autos en tamaño miniatura. Este sábado 8 y domingo 9 de julio habrá una exposición gratuita de autos a escala en La Barraca Mall.
Un Mini Cooper rojo inglés, una camioneta policía inglesa del 65 y un Mini del Rally Montecarlo del 75. Foto: Axel Lloret.
Todos somos coleccionistas. Atesoramos los discos de nuestros artistas favoritos y las obras literarias de los autores que nos llevaron a mundos inesperados. Quizás guardamos las entradas de aquellas películas que tanto esperamos ver, incluso las monedas antiguas que alguna vez usamos cuando nos mandaban al almacén del barrio o el ticket de aquella primera salida con nuestro amor. En fin, nos aferramos a minúsculos elementos que nos llevan a ese momento feliz, antes de que el paso del tiempo realice sus inevitables estragos.
El “fierrero” Adrián Tognon recibió a Unidiversidad en su taller mecánico ubicado en la Cuarta Sección, de Ciudad. Adrián ama los fierros en grande y en chiquito. Ya tiene autos que le están demandando reparación, pero se toma un tiempo para hablar de su pasatiempo de vida: el coleccionismo de autos a escala. En un rincón del taller está quien le transmitió la afición, su papá, que borró de su vida toda réplica de coches. Está leyendo un libro, casi abstraído de la mística que sucede alrededor de él.
Junto a Adrián están Pablo Moyano y Pedro Stibel, sus amigos del Diecast Club Mendoza (DCM), la asociación que reúne a los “fierreros” de los coches miniatura. O sea, buscan, coleccionan, reparan y después admiran sus autitos gloriosos. Además de compartir hobby y hasta edad –37 años–, los tres intercambian sensaciones y se preparan, valga la figura, a todo motor, para la octava exposición de autos a escala, que se hará el sábado 8 y domingo 9 de julio en La Barraca Mall.
“La pasión arranca con un juguete, pero luego tomás dimensión de lo que significa”, resume Pablo, un apasionado confeso de Chevrolet y Volkswagen desde los 10 años, cuando su papá le trajo un ejemplar de un viaje por el exterior.
Casi tres décadas después, Pablo atesora en una habitación exclusiva de su hogar cientos de vehículos, no sólo de sus marcas predilectas –la rivalidad del Chevy versus Fiat y Ford está vigente en su filosofía–, sino también de los que alguna vez corrieron en los campeonatos de Fórmula 1, Rally e incluso en el TC 2000 nacional.
Pablo trajo al taller sus autos de mediana escala (1:24 y 1:43), tanto en cajitas de plástico como en su empaque original. Pero sus colecciones no sólo se limitan a vehículos tradicionales, sino que abarcan otros icónicos del cine y de la cultura pop. Hay reliquias a escala 1:16 del pintoresco batimóvil de la serie de Batman de 1966, del escarabajo Herbie de la popular franquicia cinematográfica y hasta del DeLorean de Volver al futuro.
A su lado está Pedro Stibel, que “junta de todo”. “Lo que no tengo, lo quiero”, dice. Su hobby se remonta a su abuelo, que intentó sembrar la semilla del coleccionismo en cada uno de sus nietos regalándole un auto a escala, pero la pasión sólo floreció en Pedro, quien hoy todavía conserva aquel Matchbox Yesterday que definió su vida para siempre.
Desde entonces, los Hot Wheels acapararon su colección: cada tamaño, cada color, cada variante, cada marca, cada edición especial. Sin embargo, su pasatiempo apenas lo compartía con su círculo íntimo. Hace poco más de un año y medio dio con el Diecast Club Mendoza y halló un espacio común para compartir la mística de coleccionar autos a escala. ¿Su especialidad? La escala 1:64, los más pequeños.
La familia del Diecast Club
El Diecast Club empezó como punto de encuentro de cientos de mendocinos, pero rápidamente cruzó la cordillera y varios chilenos se convirtieron en piezas fundamentales del engranaje del grupo. “Muchas veces tenemos que comprar afuera y ellos funcionan como nexo para que podamos acceder a modelos que acá no se consiguen o que se nos complica acceder por las restricciones aduaneras”, puntualizó Adrián.
En la mayoría de los casos, los tres “fierreros” compran los autos en jugueterías, tiendas de colección y, por supuesto, vía internet. Pero en otras ocasiones, se animan a customizar, es decir, replicar y ensamblar a gusto propio, algún modelo original, con moldes y piezas que son provistas por otro miembro del Diecast Club: Carlos Pérez, el “artesano” que realiza las maquetas. Es decir, todo en “familia”.
De izquierda a derecha, Pablo Moyano, Adrián Tognon y Pedro Stibel. Foto: Axel Lloret.
Los desafíos del coleccionismo
Pese a tener tan valuada colección, a Pedro jamás se le cruzó por la mente hacer dinero con sus Hot Wheels. No obstante, llegó la fiesta de 15 años de su hija y las cuentas de su familia no cerraban. Él decidió realizar una rifa en la que los premios eran unos preciados Ford Falcon y Renault Torino que guardaba, con el propósito encubierto de despertar el fanatismo en alguien más.
Revender a valores exorbitantes nunca fue una necesidad de los integrantes del Diecast Club. Entre risas, los “fierreros” recuerdan algunas anécdotas sobre eso. Por ejemplo, cuando un compañero del grupo se separó y abandonó la casa. Cuentan que ella se quedó con la colección de autos a escala y decidió venderla. Al desconocer los parámetros del universo miniatura, no se percató de que los precios eran muy bajos y no representaban el verdadero valor de las piezas.
Escala 1:64, la más pequeña. Foto: Axel Lloret.
Mientras saluda a un cliente, Adrián también recuerda a un anciano de avanzada edad que le donó 14 autos a escala, ya que a las hijas y a los nietos no les interesaban. “Lo importante no es sacar dinero, sino que queden en buenas manos”, reflexiona el dueño del taller.
El mayor desafío que destacan los “fierreros” es pasar la posta a las nuevas generaciones. Adrián sonríe esperanzado, ya que empieza a contar que su hija de poco más de un año juega con autitos de antaño. Incluso, el mecánico agrega que en el Diecast Club hay chicos de 5 años que ya tienen su propia colección a escala, tal como alguna vez les pasó a ellos.
Exposición gratuita de autos a escala
En coincidencia con el inicio de las vacaciones de invierno, Adrián, Pablo y Pedro estarán este fin de semana en la Exposición de Autos a Escala, que se realizará en la Sala de Arte de La Barraca Mall. Junto a otros compañeros del Diecast Club Mendoza, presentarán cerca de 5000 réplicas de los mejores modelos de coches a escala.
Con entrada libre y gratuita, la muestra abrirá al público el sábado 8 y continuará hasta el domingo 9, de 11.00 a 22.00. La temática de esta edición recorre la historia de la industria automotriz nacional, como la de los fabricantes Jet, Buby y Duravit, entre otras. Para aquellos que quieran iniciarse en el coleccionismo a escala, también habrá venta de réplicas originales.
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