El presidente electo, Alberto Fernández, viajó a Uruguay para reunirse con el candidato presidencial del Frente Amplio, Daniel Martínez, que el domingo 24 disputará el balotaje con Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional. Fernández arribó a Montevideo invitado por el mandatario Tabaré Vázquez, en medio de un contexto electoral incierto y donde el argentino apostará por respaldar a la fuerza que gobierna desde 2005.

Fernández visitó el país vecino en los días previos a las elecciones PASO del 11 de agosto, cuando estuvo con el exmandatario José “Pepe” Mujica. Después, el argentino fue a Brasil para exigir la libertad de Lula; cruzó el océano Atlántico para encontrarse con Pedro Sánchez, premier español, y Antonio Costa, primer ministro portugués; derrotó a Mauricio Macri y cumplió una gira de cinco días en el Distrito Federal, México, donde protagonizó una cumbre con Andrés Manuel López Obrador (AMLO), conversó con empresarios mexicanos y describió su agenda internacional a dos enviados especiales de Donald Trump.

El presidente electo de Argentina y Martínez estuvieron juntos en Buenos Aires hace unas semanas, y ambos se comprometieron a coordinar agendas bilaterales si finalmente el candidato del Frente Amplio derrota a su adversario. Fernández considera estratégico que Martínez derrote a Lacalle Pou, ya que sería su aliado más cercano en el Mercosur. Mario Abdo Benítez, presidente del Paraguay, y Jair Bolsonaro, jefe de estado del Brasil, tienen una posición más cercana a los Estados Unidos y al libre comercio, ante la perspectiva geopolítica que exhiben Fernández y Martínez.

Durante la crisis de Bolivia, Abdo Benítez tuvo una posición diplomática en línea con el presidente electo, que se movió con rapidez para lograr que Evo Morales pudiera recibir asilo en México. De la misma manera actuó Bolsonaro, en las antípodas de Morales, que permitió al expresidente boliviano atravesar espacio aéreo del Brasil para llegar sano y salvo al Distrito Federal.

En este contexto, el triunfo de Martínez en las elecciones uruguayas permitiría al presidente electo sumar a un aliado en los futuros debates en el Mercosur. Si eso no ocurriera, Fernández se quedaría eventualmente aislado en el foro regional –Lacalle Pou es de centroderecha–, y con un solo socio geopolítico en América Latina: el presidente mexicano López Obrador.