Las familias campesinas hicieron lo que mejor que saben hacer para protestar: producir verduras de primera calidad y venderlas en forma directa al público, dejando de lado a los intermediarios que se llevan gran parte de su ganancia.

El Feriazo copó la plaza Independencia de puestos, donde campesinos de todos los departamentos ofrecieron las frutas y verduras que producen a 10 pesos, y fueron muchos los vecinos que aprovecharon las ofertas.

Feriazo: productores venden verduras a 10 pesos

La convocatoria se dio en la Plaza Independencia como forma de protesta por los bajos ingresos que obtienen por las ventas a grandes productores o supermercados. Informe de Emilio Murgo, periodista de Unidiversidad.

Los productores, nucleados en una mesa provincial de organizaciones agrarias, optaron por esta forma de protesta para visibilizar las múltiples problemáticas que los aquejan. El 50 por ciento no posee tierra propia, es decir que trabajan a porcentaje, a destajo o alquilan las propiedades:  los intermediarios se quedan con la mayor parte de sus ganancias, se incrementaron los costos de los insumos que utilizan (como los fertilizantes) y de los servicios, en especial la tarifa de luz, esencial para que utilicen agua del pozo. A esto se suma la imposibilidad de acceder a certificaciones, específicamente el Documento de Tránsito Vegetal (DTV,), sin el cual no pueden vender la producción en otras provincias.

De acuerdo a información de la mesa que los nuclea, en Mendoza hay unas 20 mil familias campesinas, que se dedican a la horticultora, la fruticultura y la cría de ganado.

Hay 60 conflictos por la tierra entre campesinos y privados

En Mendoza hay 60 conflictos por la tierra entre productores familiares y privados, la mayoría de los cuales están judicializados. Esta situación ha provocado que muchos puesteros estén imputados por usurpar la tierra donde habitan y producen desde hace generaciones.

Manos que producen

Víctor Toloba, de la Unión de Trabajadores de la Tierra, explicó que optaron por el feriazo para mostrar a los mendocinos que quienes producen los alimentos que se consumen en la Ciudad viven una situación de precariedad. Dijo que no son dueños de la tierra, que no ganan nada porque todo se lo llevan los intermediarios.

“Amo hacer esto, lo aprendí de mis padres y por eso duele que no nos ayuden. Hicimos la feria para que nos escuchen, para que quien vive en la Ciudad sepa que nosotros producimos lo que comen todos los días y -de paso- se beneficien comprando muy barato productos de primera”, dijo el agricultor de 32 años.

Mientras vendía las hortalizas que produce en Fray Luis Beltrán, Eliana Díaz, comentó que es muy injusto que no puedan vivir de su trabajo, que toda su familia es contratista y que no ganan nada porque todo se lo lleva el intermediario.

Orgullo de ser campesino

Cincuenta adolescentes y adultos asisten a la Escuela Campesina de Agroecología que la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST) abrió en el 2011 en Jocolí, Lavalle. Los alumnos cuentan que por primera vez respetaron su historia y sus saberes, ...

Daniel Martínez, chacarero e integrante de la Asociación de Pequeños Productores de Cuyo, aseguró que año tras año se repite la misma situación, ya que no ganan lo indispensable para comprar los insumos y ni para poder cubrir las necesidades básicas.

“A mí me enseñó esta tarea mi papá y me gustó, uno quiere seguir pero a veces no sabe qué hacer, no sabe cómo. Hay que entender que sin nuestro trabajo, el pueblo no come, entonces reclamamos que nos ayuden”, fueron las palabras del hombre de 33 años.

María Flores también participó del feriazo. Aunque la joven pudo estudiar enfermería, continúa realizando labores en el campo, aunque explicó que es muy triste ver que tanto trabajo nunca tiene recompensa.

A contramano

Raymundo Laugero, integrante de la Unión de Trabajadores Rurales sin Tierra (UST), explicó que el desmantelamiento de las políticas públicas que sostenían la actividad, va a contra mano de la decisión que tomó la Asamblea de Naciones Unidas que el 17 de diciembre adoptó la Declaración sobre los Derechos Campesinos y puso el foco en la necesidad de impulsar su implementación.

Laugero explicó que frente a la falta de políticas públicas para impulsar al sector, es que decidieron realizar el feriazo, para darle voz a los campesinos, para que los vecinos vean los rostros y las manos que todos los días producen los alimentos que consumen.