Alrededor de las 11, se presentaron en la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense la madre y otros familiares del instructor de rafting Dante Garbini (desaparecido el 20 de diciembre de 2015 en Potrerillos), quienes reconocieron las prendas del cadáver hallado el lunes 7 en el paraje Agua de las Avispas, frente al perilago. Aún están a la espera de los resultados de la necropsia y el análisis de ADN.  

La madre de Dante Garbini, María Victoria González, y su tía, Eugenia Romero, reconocieron las prendas y otros objetos que portaba el cuerpo encontrado ayer en Potrerillos y que, por lo tanto, se corresponden con los del joven. La identificación se produjo en la Morgue Judicial del Cuerpo Médico Forense, sitio al que ayer fue trasladado el cuerpo. Al lugar acudieron también la pareja de María Victoria, Diego, y la madre de este último.

El lunes 7, a la vera de la Ruta 7, en el paraje Agua de las Avispas, una zona cercana a aquella donde fue visto por última vez el guía de rafting, una pareja de geólogos que realizaba tareas científicas en el lugar encontró un cuerpo en avanzado estado de descomposición, ahorcado con un suéter que a su vez tenía una manga atada a la raíz de una jarilla, dejando sus pies sobre una saliente. Según lo informado por los pesquisas, las características físicas, la ropa, y el tiempo de descomposición (más de dos meses) indicaban que el hombre encontrado podía ser Garbini.  

Inmediatamente, la fiscal de la causa, Claudia Ríos, se comunicó con la madre del muchacho desaparecido para informarle el hallazgo. Poco después, el fiscal a cargo de investigar lo sucedido en Agua de las Avispas, Galdo Andreoni, autorizó a Victoria González a proceder con el reconocimiento del cuerpo y las pertenencias que éste cargaba.  

Según informaron los encargados de la morgue, es imposible reconocer el cuerpo por su avanzado estado de descomposición. “Prácticamente se trata de huesos”, explicaron los morgueros. Antes de que se hicieran presentes los familiares de Garbini, los peritos de la morgue trabajaban en la toma de huellas dactilares.

Los nervios y la angustia de la situación no permitieron que Victoria pudiese ver el cuerpo, pero sí pudo observar las prendas: una remera, una bermuda, ropa interior, zapatillas y cinturón; además de otros objetos como la billetera y la tarjeta Red Bus. En un primer momento, debido a su conmoción, fue la hermana de ella quien informó sobre el reconocimiento de algunas prendas de ropa; pero pasadas las 12, González salió del Cuerpo Médico Forense tras firmar el acta correspondiente y, con una triste expresión, dijo haber identificado todos los objetos. De todos modos, la familia explicó que esperarán los resultados de la necropsia y el análisis de ADN, tomado esta misma mañana por los médicos forenses, y que tardarán 10 días.

Si bien la causa se encuentra bajo secreto de sumario para no entorpecer la investigación, los familiares se inclinan por la hipótesis de un asesinato y descreen de la idea de un suicidio. Aseguran que todo es muy confuso, que los compañeros de rafting de Garbini dejaron de interesarse en la búsqueda y quienes tuvieron contacto con él las últimas veces que se lo vio nunca aportaron datos certeros. Además, es muy extraña la posición en la que se encontró el cuerpo ahorcado en Potrerillos.
 

El caso   

Al frente al caso de la desaparición de Garbini se encuentra la fiscal especial Claudia Ríos. Actualmente, de la familia se encarga un abogado defensor público por la Justicia Federal, Alejo Amuchástegui. Hasta hace pocos días, al frente de la defensa familiar se encontraba el abogado defensor por los DDHH Pablo Salinas. Según aseguró la familia, ellos no pudieron seguir pagándole, por lo que Salinas se desligó del caso. “Era  mucho el esfuerzo que hicimos para juntar la plata y pagarle al abogado. Ahora la situación económica es otra”, dijo Diego, pareja de María Victoria.

De la investigación sobre el hallazgo del cuerpo se ocupa la fiscalía de Luján de Cuyo, a cargo de Galdo Andreoni. De confirmarse que se trata de Dante Garbini, todo pasará a estar en manos de la fiscal Ríos.
 

La desaparición  

El 20 de diciembre de 2015 a las 7.00 fue visto por última vez Dante Garbini, un joven de 21 años, instructor de rafting, que desapareció mientras se desarrollaba la MoonFest. Según testimonios de testigos, Dante fue expulsado de la fiesta que se realizaba en Potrerillos en dos oportunidades. Otro testigo informó que Garbini le pidió prestados 20 pesos para volver a su casa en Vistalba, pero que no se los dio porque no tenía cambio.

Garbini nunca volvió a su hogar. Por eso, el 23 de diciembre la familia radicó la denuncia por averiguación de paradero en la Fiscalía 11 de Luján de Cuyo-Maipú.

Por la falta de acción policial de la Comisaría 11 y la demora de casi tres semanas –claves, porque el clima modificó el terreno– en realizar el rastrillaje correspondiente a este tipo de casos, la madre de Garbini contrató al abogado Pablo Salinas, quien presentó un pedido para que el caso pasara a jurisdicción de la Justicia Federal con el fin de cumplir con el artículo 194 bis del Código Procesal Penal de la Nación.

Más tarde, el 15 de enero de este año, se presentó un pedido de Habeas corpus y una denuncia por desaparición forzada de personas. El juez federal Walter Bento se declaró incompetente ante ambos, por lo que pasó a la Cámara Federal de Apelaciones. Esta revocó la resolución de incompetencia declarada por el juez federal Bento y dictó también la competencia de la justicia federal en el caso de Garbini. 

En su momento, Salinas explicó que no saben si la desaparición de Dante tiene relación con el testimonio que brindó su abuela en los juicios de lesa humanidad que se desarrollan en Mar del Plata, por el que sufrió algunas presiones.

El 20 de enero, Salinas elevó el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y al Grupo de Trabajo de Desapariciones Forzadas o Involuntarias de la ONU (GTDFI). El 4 de febrero, mismo día en que la madre de Dante Garbini se unió a las rondas de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en Mendoza, la CIDH acogió la denuncia por desaparición forzada de personas.

Sobre el destino de los guardias de seguridad, sospechosos de la desaparición durante la fiesta electrónica, nada se sabe aún, y la familia pide por justicia. Por ello, se han realizado marchas incluso en la ciudad de Mar del Plata.