Este lunes 9, organizaciones socioambientales y políticas prepararon una Jornada Nacional de Lucha contra toda forma de extractivismo, agronegocio, megaminería y fracking. El reclamo unifica el rechazo contra el acuerdo porcino con China y tuvo su expresión en CABA desde las 17.00, con una marcha desde el Obelisco hasta Plaza de Mayo, y una vigilia hasta el día siguiente. Esta vigilia se replicó en Mendoza con el Kilómetro Cero como punto de encuentro.

"Fábricas de cerdos", entre el temor de ambientalistas y la pronta firma de un acuerdo

Durante julio y agosto, hubo un intenso debate, al menos por redes sociales, en el que grupos ambientalistas y la población en general conocieron el nuevo negocio porcino con China, bajo el cual el gobierno nacional busca generar dólares genuinos y puestos de trabajo.

Mariano Rosa, coordinador nacional de la Red Ecosocialista-MST, declaró: “El rechazo al acuerdo porcino es contundente. Existe un amplio consenso científico sobre las consecuencias ecocidas de la instalación de las granjas porcinas, su potencial pandémico y la experiencia internacional terrible, como vemos en México o España. Las enormes movilizaciones contra el acuerdo que impulsa Felipe Solá, y el enorme apoyo social y de artistas postergaron su firma, pero la orientación del gobierno fue descentralizar el acuerdo porcino para intentar diluir responsabilidades políticas. Esta nueva marea verde en defensa del ambiente va a pelear hasta las últimas consecuencias, porque donde ellos ven dólares, nosotros vemos ecocidio".

La versión de Cancillería

El acuerdo que la Argentina puede cerrar en los próximos días con China prevé inversiones por casi USD 3800 millones durante los próximos cuatro años; apunta a incrementar en 882 000 toneladas la producción de carne y a generar exportaciones por USD 2500 millones. Los datos se desprenden de un documento de trabajo elaborado por la Cancillería argentina al que accedió Télam.

A partir del interés chino en invertir en el sector porcino argentino para abastecerse de carne tras el fuerte recorte en sus existencias por la fiebre porcina africana, se prevén inversiones conjuntas, entre capitales chinos y argentinos, de USD 3796 millones. Esto posibilitará el incremento en el stock de madres de 300 000 cabezas en un plazo de cuatro años (60 000 el primer año y 80 000 los siguientes), el cual "se adecua al cumplimento de las exigencias ambientales vigentes y a garantizar la supervisión del estatus sanitario de los establecimientos de producción", remarcó el informe.