“Durante 8 años y junto a grandes personas que se sumaron como voluntarios (y que no nombraré para no comprometerlas) logramos aliviar, ayudar y contener a miles de mendocinos, que llegaron con dolor físico y del alma al equipo de Cuidados Paliativos del Hospital Central”. Con esta frase Marcelo Álvarez, oncólogo en ese nosocomio denunció que fue cesanteado del programa de Cuidados Paliativos por cuestiones ideológicas y que teme por la continuidad del mismo.

El médico, que fue designado director del PAMI durante la gestión de Francisco Pérez, señaló a Unidiversidad que sufre persecución política porque, luego de que ocupó ese cargo, en el hospital le cambiaron los horarios y como no podía cumplirlos, lo cesantearon por reiteradas inasistencias. Ante esto, el médico aseguró que temía por la continuidad del programa que empezó en 2008 y por las 2000 personas que reciben atención en la provincia. “Muchas personas lo necesitan”, sentenció.

Según explicó el especialista, con el cambio de gestión le dieron horarios de trabajo que no coincidían con los que había negociado y el sábado 16 recibió la notificación de que había sido dado de baja. El argumento que esgrime Álvarez es que su militancia peronista lo habría ubicado en un lugar de “persecución política”. Desde el área del Hospital Central no dieron respuesta ante los llamados de Unidiversidad.
 

El programa

Álvarez explicó que el programa de cuidados paliativos surgió como una forma de dar respuesta a los casos de personas que se encuentran en una instancia avanzada de una enfermedad y necesitan asistencia farmacológica y terapéutica. En su trayectoria de 20 años como médico oncológico, Álvarez explicó que ha visto situaciones en las que los pacientes llegan con muchos miedos e inseguridades sobre los tratamientos, y que se niegan a los usos, por ejemplo, de la morfina.

Estos miedos tiene su correlato en una disputa dentro de la medicina acerca de los cuidados que debe tener una persona en la fase final de la vida. Algunos consideran que en esta instancia no se puede hacer más y que “hay que esperar”. Otros, como la corriente que pregona Álvarez, consideran que se puede hacer algo "más" incluso en esta instancia. “Las familias necesitan asistencia psicológica, médica”, relató el doctor.

El programa se replicó en el Hospital Notti y en OSEP durante varios años, y la experiencia del Central se divulgó en diferentes charlas en los nosocomios de la provincia. Entre los objetivos del grupo de trabajo está quitarles los miedos a los familiares de los pacientes y ampliar el debate sobre la muerte digna. 

Por este tema se sancionó en 2011 una ley sobre cuidados paliativos. De todas maneras, el programa no tiene presupuesto del Ministerio de Salud y el trabajo de los médicos, explicó Álvarez, se hace de manera voluntaria.
 

La ley

El texto ingresó a la Legislatura en 2008 y fue aprobado en 2011. Si bien en el Ministerio de Salud hay una resolución al respecto, sólo se implementa en el Hospital Notti y OSEP, por lo que es necesario ampliarlo en toda la provincia.

"El servicio se presta en forma ambulatoria y/o domiciliaria y se necesita un equipo que atienda la enfermedad y su dolor, su condición social, psicológica y espiritual", señaló el texto publicado en su momento en la página de Diputados de la provincia. El objetivo es crear un equipo interdisciplinario integrado con un médico, enfermero, psicólogo y asistente social de cada hospital.  El argumento es darle un sentido humano a la medicina: sobre el valor farmacológico aplicado al dolor se agregaría el valor humano.