Estudiantes universitarios: cómo lidiar con la ansiedad de encontrarse con la nueva normalidad

Es importante saber cuándo se está teniendo una crisis, cómo lograr la calma y cuándo acudir a la ayuda profesional para poder encarar esta etapa académica marcada por dos años de pandemia.

Estudiantes universitarios: cómo lidiar con la ansiedad de encontrarse con la nueva normalidad

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Florencia Hernández

Publicado el 21 DE MARZO DE 2022

Las facultades de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) volvieron a las clases presenciales al 100 % luego de dos años de pandemia. En esta instancia, hay estudiantes que retornan de a poco a su vida académica “normal”, mientras que otras y otros recién se encontraron con la vida universitaria luego de haber cursado sus primeros años de la carrera de manera remota. Adaptarse a estos cambios que surgieron por la COVID-19 puede ocasionar ansiedad, una fiel acompañante del estudiantado. Por eso, especialistas recomendaron estar atentos a las señales para detectar cuándo se transforma en un problema respecto de los estudios y se necesita acudir a la ayuda profesional.

En la provincia, los datos arrojan que, en los últimos dos años, las y los jóvenes de entre 20 y 30 fueron los más afectados por las medidas sanitarias, que incluyeron –entre otras cosas– cambios en la actividad universitaria. Expertos indicaron que hay que diferenciar entre tener una crisis de ansiedad y tener el trastorno en sí. Además, es importante saber cómo controlar los ataques, tanto si le dan a otra persona como si los sufre la propia persona.

Unidiversidad habló con Horacio Heras, jefe de Salud Mental del Departamento de Asistencia Médico Social Universitario (Damsu), que comentó que, con la pandemia de coronavirus, mucha gente comenzó a experimentar un aumento de la ansiedad como forma de adaptarse a la nueva situación. Para quienes ya tenían algún tipo de patología mental, la situación terminó agravando las cosas: insomnio, irritabilidad y un aumento del consumo de tabaco.

Para Heras, es importante diferenciar la ansiedad adaptativa de la ansiedad patológica. En la primera, hay un estímulo que justifica el nerviosismo. Además, la duración de los síntomas suele ser acotada y no incomoda el desarrollo de la vida normal. En cambio, la ansiedad patológica tiene una presencia casi constante en la vida de la persona que la padece. Este caso también se suele denominar pánico y no hay una razón aparente que origine el malestar; además, los síntomas suelen angustiar enormemente a la persona.

El jefe del departamento de Salud Mental del Damsu comentó que, en el caso de las y los estudiantes, el tipo de ansiedad que presentan es la adaptativa, sobre todo, cuando tienen un examen o comienzan a dar los primeros pasos en el mundo laboral. El diagnóstico de trastorno de ansiedad patológica no es habitual, pero de darse, tiene un tratamiento con alto porcentaje de éxito.

Un cuadro de ansiedad que continúa en el tiempo también puede llegar a perjudicar la actividad académica, además de afectar al paciente en varios aspectos de su vida, como el social y el personal. Probablemente, las personas con este cuadro tengan más dificultad para concentrarse y se muestren más dispersas a la hora de tener que aprender. El doctor Heras afirmó que, en caso de detectar ansiedad, es importante pedir ayuda y no recurrir a la automedicación.

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Alina del Canto, coordinadora del Área de Capacitación y Prevención en la Dirección General de Salud Mental de la provincia, sostuvo que, durante la pandemia, muchas personas presentaron brotes de ansiedad debido a la incertidumbre. Si bien no se puede decir que las y los universitarios son los más afectados, el rango etario de los 20 a los 30  es el que presenta mayores complicaciones.

“El pasaje de la niñez a la adultez es un período de mucha intensidad emocional”, comentó Alina. Es una etapa donde no se sabe muy bien qué es lo que se espera de la vida. Si a esto se le suma la situación del país y lo reducido del mercado laboral, se puede generar una crisis de ansiedad aún más notoria y duradera.

Alina aportó recomendaciones para aquellas personas que están cerca de alguien que padece un cuadro de ansiedad. Lo esencial es hacerles saber que están acompañadas; luego, se puede pasar a realizar una relajación con la respiración. Si se ha tenido una crisis, lo esencial es prestar atención a qué la provoca, no normalizar las causas si afectan la vida cotidiana y buscar ayuda profesional.

Para quienes estudian en la Universidad Nacional de Cuyo, es importante saber que el área de Bienestar Estudiantil tiene psicólogos que atienden de forma gratuita en el campus. Para pedir un turno, solo se debe enviar un mail a contacto.saluduncuyo@gmail.com con los siguientes datos: nombre completo, DNI, carrera y facultad, fecha de nacimiento, teléfono de contacto y la localidad donde se reside.

Para quienes no estudian en la UNCUYO, la Dirección General de Salud Mental de Mendoza tiene una línea gratuita que funciona todos los días de 8 a 20. Ahí se encontrarán profesionales que brindan calma en el momento y que pueden llegar a derivar a psicólogos para encarar un tratamiento destinado a un problema específico. El número es 080080026843, interno 3.

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