Ochenta y dos estudiantes de diferentes escuelas y facultades de la UNCUYO recibieron el premio al esfuerzo “María Elisa Norton Farmache”. El galardón lleva el nombre de una estudiante de Medicina y tiene como finalidad reconocer méritos por el esfuerzo excepcional como consecuencia de situaciones de adversidad de índole social, económica o de salud. Entre estos alumnos y alumnas se encuentran Luciana Reale Robledo, estudiante del Instituto Universitario de Seguridad Pública; y José Almeida y Valentín Mugas Istan, estudiantes del Departamento de Aplicación Docente (DAD), quienes dieron una entrevista para el programa Apuntes y compartieron sus experiencias en su paso por el ámbito académico.

Reale Robledo contó que su distinción se debe a su esfuerzo por terminar la carrera. Comentó que en 2015 rindió su última materia, pero, por cuestiones laborales y de cuidado familiar, no pudo rendir su tesis. En 2019, su hijo se enfermó y, para que no abandonara la escuela, ella se ponía a estudiar con él. Así, volvió a estudiar y continuar su tesis. Agregó que en 2020 su hijo falleció y ese dolor lo transformó en el impulso para rendir su trabajo final.

Por otro lado, Valentín Mugas Istan, estudiante del DAD,  pudo terminar su trayectoria académica a pesar de sus problemas personales y de salud. Comentó que, al ingresar a la escuela, fue muy criticado por sus excompañeros de la escuela urbano-marginal a la que él iba porque pensaban que no tenía la capacidad para terminar sus estudios en esa escuela. La adaptación fue difícil, pero lo logró. Todo iba encaminado hasta que en 2022 le diagnosticaron diabetes tipo 1. Ese año estuvo internado por mucho tiempo, lo que fue difícil desde lo social. Sin embargo, afirmó que hay que saber vivir con eso y que la vida sigue.

La distinción fue instituida en 2013 por una resolución del Consejo Superior y destaca a María Elisa Norton Farmache, la estudiante que ingresó en 2001 a la carrera de Medicina y desarrolló su actividad normalmente hasta el 2004, cuando comenzó con los síntomas de una enfermedad terminal. A pesar de sus intervenciones quirúrgicas y tratamientos, la joven nunca abandonó sus estudios y fue una alumna con buen rendimiento académico. 

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