El Equipo Argentino de Antropología Forense afirmó que la Procuraduría General de la República (PGR) de México cometió "inconsistencias" e "irregularidades" en la investigación del caso de los 43 estudiantes desaparecidos a fines de septiembre pasado en el estado sureño Guerrero.
Lo hizo en un informe titulado "Documento inicial sobre investigaciones en el basurero de Cocula y Río San Juan", divulgado hoy, en el que sostiene que la PGR incurrió en al menos siete "irregularidades". Entre ellas mencionaron la entrega de 20 perfiles genéticos de supuestos restos de los estudiantes a expertos independientes "con problemas que no permiten su utilización". También objetaron "el abandono de la custodia" del basural de Cocula, el municipio en el que se sospecha que los estudiantes fueron asesinados, y sus restos calcinados, tras haber sido secuestrados en la vecina Iguala.Por otra parte, el EAAF señaló en un comunicado que "aún no tiene evidencia científica para establecer que en el basurero de Cocula existan restos humanos que correspondan a los normalistas". De ese modo, agrega la nota, "no existen elementos científicos suficientes por el momento para vincular los restos hallados en el basurero con aquellos recuperados, según la PGR, en el río San Juan". El 27 de enero pasado, el titular de la PGR, Jesús Murillo, afirmó en conferencia de prensa que había suficientes pruebas científicas para concluir que los estudiantes fueron asesinados e incinerados por miembros de la organización criminal Guerreros Unidos en un basural de Cocula, y sus cenizas esparcidas en el río San Juan.
El 26 de septiembre pasado, policías municipales de Iguala atacaron a un grupo de alumnos de la escuela normal rural de Ayotzinapa y a otro de futbolistas juveniles, dejando seis muertos y 25 heridos. Además, secuestraron a 43 estudiantes y los entregaron a miembros de la organización criminal Guerreros Unidos. Según confesaron algunos de estos, los muchachos fueron llevados a la vecina Cocula donde, con ayuda de policías locales, fueron asesinados y sus cuerpos calcinados. El caso causó una profunda conmoción en todo el mundo y hasta ahora solo fueron identificados genéticamente los restos de una de las 43 víctimas.